Han asumido los peatonilizadores de la 23 una inmensa responsabilidad porque al optar por esta iniciativa se ha iniciado una importante carrera entre quienes van a ocupar ese nuevo espacio público. Lo serán los promitentes turistas o lo serán los actuales ocupantes?
Me imagino que, así como ya tienen diseños de la intervención física de esta vía, estos interventores, tendrán un diseño del plan de promoción turística que debe empezar por exaltar, mostrar, explicar nuestro Centro Histórico y hacerlo llamativo para atraer visitantes nacionales y extranjeros.
Fui abordado en días pasados por un arquitecto que en nombre del Sena quería obtener información acerca de la historia de las principales edificaciones ubicadas sobre la 23 y con ella elaborar unos códigos QR que le faciliten al futuro visitante una información técnica de los inmuebles importantes y en 30 segundos digan quién vivió en ellos u otra historia que le pueda parecer atractiva.
Me sorprendí de la finalidad de la solicitud. Me pareció extraño que esta entidad estuviera empleando un recurso, los códigos QR, que ya nadie en el mundo emplea con ese propósito. Precisamente hace un mes me tocó una guianza en Luneburgo, ciudad al norte de Alemania dueña de una hermosa arquitectura del siglo 15 y 16 que no sufrió destrucción en la guerra porque el Mariscal Montgomery les explicó a sus superiores el error de bombardearla porque se quedarían sin donde ubicar un cuartel general una vez ocupada la antigua Alemania Nazi.
Allí no vi un solo código QR. Seguramente el alcalde de esa ciudad sabía que el turista que se recrea viendo arquitectura histórica es una persona de cierta edad, ajena a información comprimida y por ende insulsa, ávida sí de saber más que un escueto dato acerca de los objetos que está descubriendo. Vi sí muchísimos guías que recorrían las calles y plazas medievales con grupos de atentos turistas, de los cuales deduzco por su color de pelo, eran jubilados.
Curioso: nos jactamos de ser la ciudad de las puertas abiertas y aquella persona que finalmente se asoma a nuestro Centro la dejamos en manos de una aplicación, que, por supuesto, sirve para aligerar los embarques de los aviones que mueven turistas, pero dista de ser atractiva para una persona que quiere saber más acerca de nuestra ciudad y su historia.
El alcalde Rojas va a intervenir la 23 y basará parte de su estrategia de promoción del Centro en unos códigos QR. ¿O será que el Sena está dando pasos sin coordinarlos con el jefe de la ciudad? Si me preguntan quién ganará la carrera para apoderarse de la peatonalizada 23, los habituales vendedores ambulantes o los futuros turistas a los cuales la ciudad niega una cara amable que pueda explicar bien nuestro pasado y responder sus preguntas, sé quién se llevará la corona.
¿Exagero si advierto que estamos ad portas al cuarto incendio, exactamente al cumplirse los 100 años del segundo y devastador fuego histórico?