La información que manejan las entidades públicas es eso, pública. Pero parece que no todos los funcionarios entendieran eso.

Lastimosamente se ha generalizado que a los funcionarios les moleste entregarla. Les choca sumar a sus labores diarias la tarea de contestar derechos de petición de la ciudadanía.

¿Qué piensa la gente, que aquí no estamos haciendo nada?, fue la respuesta de una funcionaria de un ente de control en Manizales hace algunas semanas cuando le llegó la solicitud de responder a un poco más de 20 preguntas de una veeduría ciudadana.

Esa respuesta es desafortunada, pues los ciudadanos están en su legítimo derecho de solicitar la información que consideren necesaria para hacer control de lo público.

Pero hay funcionarios cuyo descaro es mayor, al finalizar el año pasado, para la investigación titulada Pagaron dos veces diseños de urbanismo de Malecón de La Dorada, que hicimos en Pensé que 'voz' sabías, hablé con un funcionario de la Alcaldía de La Dorada a quien le pregunté por qué si la Universidad Nacional hizo los estudios y diseños de la parte urbanística del Malecón no los usaron y pagaron unos nuevos.

- La Universidad Nacional no hizo esos diseños, ¿quién le dijo eso?, me preguntó.

- Hay boletines de prensa de esa Universidad y de la Gobernación de Caldas en los que se informa que la Nacional entregó dichos estudios y diseños.

- ¿Entonces si la Universidad Nacional dice que construyó un carro para ir a la luna, usted les cree?

La indignación me dejó muda. Es inaudito que un funcionario le conteste así a un periodista o a cualquier ciudadano. A continuación se mostró molesto por tener que ir a buscar la respuesta que le estaba pidiendo, porque él tenía otras cosas mucho más importantes qué hacer. Rendir cuentas es considerado una tarea menor, sin importancia.

Empecemos por señalar que si las entidades cumplieran a cabalidad con la obligación de publicar los datos y la información que tienen de una manera clara y en formatos fáciles de entender y manipular, los ciudadanos no tendrían que acudir tan seguido a solicitar esa información a través de derechos de petición (que en muchos casos tampoco les contestan de manera clara, oportuna y completa).

Andrés Hernández, director ejecutivo de Transparencia por Colombia, manifestó preocupación por el déficit de información pública en el país en una entrevista que le hicieron hace poco. “En el caso de corrupción de la Unidad de Gestión de Riesgo y lo que pasó con los carros tanque para La Guajira gracias justamente al escrutinio periodístico y a que hay información sobre la contratación que pueda estar visible, es que podemos hacer preguntas, veeduría, es que podemos hacer presión sobre los tomadores de decisiones”, resaltó.

Señores funcionarios, qué vergüenza con ustedes la molestia, pero entregar información de las entidades en las que laboran no es un favor, es una obligación. Esas entidades funcionan con dineros de los impuestos de todos los ciudadanos y a ustedes se les paga con ese dinero.