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En las últimas dos semanas, Aereocafé ha generado dos muy buenas noticias. La primera es que se avanza ya en los preparativos para empezar a construir en marzo las principales vías de acceso, específicamente desde la vereda Cartagena, del municipio de Palestina, hasta el ingreso al futuro terminal aéreo. Se hará allí una inversión de $62 mil 707 millones. Es muy importante porque no solo se trata de tener una muy buena pista con excelentes especificaciones y un aeropuerto moderno, sino tener todas la condiciones de movilidad a su alrededor que ayuden a generar nuevos polos de desarrollo.
La segunda noticia es que ya se avanza en los pasos finales de estructuración de las dos licitaciones restantes, que corresponden a la segunda fase de la primera etapa del proyecto. Hay que recordar que la primera fase se ejecuta actualmente, y corresponde al movimiento de tierras, la construcción de drenajes, la canalización de las líneas de energía, entre otras obras, y la segunda fase tiene que ver con la construcción propiamente de la pista y el levantamiento del edificio de la terminal aérea, con sus diferentes elementos.
Va tomando fuerza, entonces, y va encontrando un rumbo definitivo el gran macroproyecto que venía esperando Caldas desde hace tanto tiempo, y que infortunadamente había sufrido con obstáculos de corrupción y de malos manejos en el pasado. Parece que esta vez, con los estudios técnicos definidos y los recursos asegurados, así como con una gerencia que actualmente apunta hacia las ejecuciones se va encontrando el rumbo de la concreción del proyecto, que se espera estar terminado a comienzos del 2024.
Así las cosas, es fundamental ser muy vigilantes y acuciosos en la necesaria veeduría que ayude a que este proyecto avance a buen ritmo, y que se cumplan los cronogramas previstos, con obras que cumplan los estándares de calidad, y así tener pronto un excelente aeropuerto. También es clave ir concretando las demás obras complementarias, como el acceso desde el sector de La Manuela.
Es cierto que en los primeros pasos de esta primera fase ocurrieron algunos retrasos, debido a que no se tenían claros los lugares para depositar las toneladas de tierra que se mueven allí, pero ese es un asunto que parece estar solucionado. Lo que sí es fundamental es que se avance a mejor ritmo para que se recupere el tiempo perdido y se mantengan firme y constante el impulso de las obras.
Hay que reconocer que durante el actual gobierno del presidente Iván Duque se tomaron las decisiones pertinentes para asegurar los recursos, luego de que en la administración de Juan Manuel Santos se concretaron los estudios técnicos que ratificaron la viabilidad de la obra, y que hoy solo hay que trabajar con determinación para que todo lo establecido en el Conpes de la obra se convierta en realidad, y así la región cuente, sin más obstáculos, con el aeropuerto soñado. Solo falta que la ejecución sea rápida y eficiente.

Lo más importante es que, a la par que se avanza en Aerocafé, también hay frentes de trabajo y gestiones para darle un mayor dinamismo a toda esa zona del Centrosur de Caldas, donde ya se empiezan a notar los impactos positivos de la Concesión Pacífico Tres. A esto se suma el proyecto del Distrito Agroindustrial del Occidente, con polo clave en el Kilómetro 41, y el patio de contenedores, entre otros.