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El pasado jueves se llevó a cabo en Villa de Leyva (Boyacá) el VI Gabinete Binacional Colombia-Perú, encabezado por los presidentes Iván Duque y Pedro Castillo. Pese a las profundas diferencias ideológicas entre los dos mandatarios el encuentro transcurrió en un marco de respeto por la autonomía de ambos países, e incluso lograron ponerse de acuerdo para manifestar la necesidad de fortalecer el intercambio comercial, la inversión de doble vía y la búsqueda de crecimiento económico de ambos países.
Como parte de la declaración de cierre, los dos presidentes hicieron un llamado a los demás países de América Latina a trabajar juntos en la búsqueda de alternativas que mejoren las condiciones sociales de los ciudadanos, por medio del impulso de reformas orientadas al bienestar y la calidad de vida de los habitantes de la región, y a superar el cúmulo de problemas sociales, económicos y políticos que se afrontan en esta parte del mundo.
Al ser vecinos territoriales resulta doblemente importante que haya una gran vocación hacia la cooperación y el entendimiento en diversas materias. Son evidentes las necesidades de ayuda mutua en seguridad, en una frontera que es claramente vulnerable ante la presencia en esa zona de mafias del narcotráfico que impulsan cultivos ilícitos, pero también el cuidado del ambiente es fundamental, al compartirse presencia en la Amazonia. La lucha contra las bandas de tráfico ilegal de flora y fauna es clave.
No obstante, hay otras temáticas en las que los dos países deben mantener sus lazos de trabajo armónico en busca de mejoras de doble vía, como es el caso de la educación y la protección a la niñez, temas en los cuales ambos países pueden aprender mutuamente. Este también fue un momento para celebrar 200 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Perú; relaciones que salen fortalecidas y que deberían servir de referente para lograr escenarios de entendimiento de Colombia con todos sus vecinos, sin sesgos ideológicos, en beneficio de los ciudadanos.
Recientemente se celebró un gabinete binacional similar entre Colombia y Ecuador que dejó buenas conclusiones en materia de cooperación en diversos aspectos y acuerdos acerca del manejo del tránsito en la frontera, así como de apoyos frente a la pandemia de la covid-19, así como en los asuntos migratorios. En este caso las afinidades políticas entre Guillermo Lasso, de Ecuador, y Duque, son innegables, pero lo deseable sería que visiones diferentes no implicaran menos esfuerzos por lograr el bienestar y la cooperación entre los pueblos.

Por eso mismo, resulta chocante y merece todo nuestro rechazo que miembros del gobierno español, durante la visita que hizo a ese país el precandidato presidencial de izquierda Gustavo Petro, se hayan expresado de manera ofensiva contra Colombia. Las manifestaciones del secretario de Estado para la Agenda 2030 de España, Enrique Santiago, en el sentido de que el nuestro es un “Estado narcoparamilitar”, además de calumniosas y repudiables, resultan lesivas del respeto que debe tenerse entre países, que deben honrar los canales diplomáticos para expresar sus puntos de vista.