El pasado jueves 29 de noviembre debió realizarse una reunión urgente en las oficinas del Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa (FFIE), para revisar lo que está pasando con las obras que por cerca de $86 mil 879 millones se ejecutan en Caldas para el mejoramiento de la infraestructura educativa del departamento. Un solo ejemplo que ilustra la magnitud del problema es que hoy 5 de diciembre deberían entregarse las obras de la Institución Educativa Abraham Montoya de Neira, pero la ejecución solo va en un 62% y todo indica que ya no podrá tenerse lista para su uso el año entrante, como se tenía previsto. Con este ya se acumulan dos aplazamientos en el mismo colegio.
Para estas obras el Ministerio de Educación Nacional contrató a la firma portuguesa Mota Engil, considerando su idoneidad y experiencia en otros países, pero la mayor parte de las causas de los retrasos y problemas parece señalar hacia esa constructora, de acuerdo con las denuncias de proveedores y de las interventorías a los proyectos que se ejecutan en municipios como Victoria, Salamina, Neira, San José, Pensilvania y Marmato (son 21 en total: 15 en construcción, 3 en diseños, dos terminados en Aguadas y Anserma y otro en trámite de licencia). Retrasos en los pagos de hasta 8 meses, cuando la empresa contratista tiene, supuestamente, el músculo financiero suficiente para normalizar la situación, genera sinsabores e incertidumbres.
En el caso de Salamina no solo no se avanza en la construcción de la nueva sede de la Normal María Escolástica, sino que el pasado lunes se cayó parte del techo de la tercera planta de la vieja edificación, que por fortuna no dejó heridos. No se mejora la planta existente, cada vez más deteriorada (porque supuestamente habría detrimento patrimonial), pero tampoco se comienza a construir la nueva. Así, los problemas en torno a la ejecución del cuantioso contrato con la empresa portuguesa tienden a crecer en lugar de aminorarse, razón por la cual entes de control como la Procuraduría y la Contraloría, y hasta la misma Gobernación, le exigen al Ministerio que intervenga para que se cumpla lo pactado en el contrato.
Duele que un proyecto tan ambicioso y positivo en el papel, considerado histórico, como estas cuantiosas inversiones en educación, que venían con muy buen impulso flaqueen en estos momentos. Se han generado grandes ilusiones y expectativas en las comunidades, pero el cumplimiento no llega. Ante esta desazón la constructora responde que su compromiso es la entrega total de lo pactado, de manera satisfactoria, y agrega que así lo hacen en todos los países en los que hacen presencia. No obstante, las quejas no son solo en Caldas sino en otras regiones de Colombia donde Mota Engil desarrolla contratos del mismo tipo, y pese a que se le giran los recursos desde el gobierno central no se refleja la misma dinámica frente a los subcontratistas y demás eslabones de la cadena.
Además del beneficio que estas inversiones representan para las comunidades, de manera específica para los estudiantes, se busca favorecer también la generación de empleos en los municipios, con un impacto positivo para las economías locales, pero con lo que viene ocurriendo se pasa del optimismo al pesimismo. Ojalá se logre corregir de inmediato el camino, para no solo recuperar la confianza en este proceso, sino también avanzar claramente en aspectos de equidad y calidad educativa en Caldas, que se reflejen en los resultados académicos obtenidos por los alumnos en las distintas pruebas de Estado.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015