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El presidente Iván Duque habló el martes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas acerca de su programa de Paz con Legalidad y defendió los avances de su administración en la implementación del Acuerdo de Paz con las Farc. Sin embargo, se encontró con las críticas alrededor del incremento de la inseguridad en el país, y específicamente por el caso del operativo militar del 28 de marzo pasado en Puerto Leguízamo (Putumayo), en el que murieron 11 civiles, la Misión de Verificación de la ONU pidió investigar a fondo esos hechos, ante la sospecha de que sea, en realidad, un “falso positivo”.
De todos modos, el mandatario colombiano sostuvo que la acción militar, que estuvo acompañada por la Fiscalía, según dijo, fue legítima y aseguró que las críticas corresponden a un “oportunismo político que trata de incidir en el debate electoral”, en el que se elegirá nuevo presidente de la República. Enfatizó que, de manera previa, se hizo un trabajo de inteligencia militar que logró identificar que “muchas personas que se encontraban allí estaban vinculadas a grupos armados ilegales”, y que atacaron a los militares dejando heridos a algunos uniformados. Afirmó que la operación se llevó a cabo “respetando los protocolos de fuerza y de derecho internacional humanitario”.
Los hechos, de todos modos, tendrán que ser investigados para establecer con claridad lo ocurrido. Será la misma Fiscalía la que reúna la información para establecer si hubo combates entre supuestas disidencias de las Farc y el Ejército o si fue una “matanza” como otros la han calificado. Ante las enormes dudas que se tienen al respecto, se espera que haya una investigación que no deje espacio a más especulaciones acerca de lo sucedido, y que ojalá con ello no se ponga en riesgo la cooperación en seguridad y lucha contra el narcotráfico que viene prestado los Estados Unidos, con el aporte de cuantiosos recursos.
Tiene razón Duque al responderle fuertemente a Rusia ante las críticas que el delegado ruso en la ONU hizo ante la lentitud en la implementación del Acuerdo de Paz en Colombia. El mandatario le dijo al delegado ruso, Vassily Nebenzia, que “no se habla de paz por quienes están sembrando la guerra y la desolación”, con referencia a lo que ocurre actualmente en Ucrania. 
Sin embargo, sí hay que reconocer que al comienzo del actual gobierno surgieron muchas talanqueras como las objeciones a la Justicia Especial para la Paz (JEP) para que funcionara. Hoy lo que hay que hacer es exigirle a esa jurisdicción especial que actúe en el juzgamiento de los protagonistas del conflicto armado en el país.
 
También debe admitirse un incremento de la violencia, en el que se incluyen asesinatos de líderes sociales y de excombatientes de las Farc, lo cual fue incluso fue objeto de preocupación en el reciente informe trimestral del secretario general de la ONU, António Guterres, en el que pide avanzar en los principales retos del acuerdo de paz, ante la realidad de acciones violentas que azotan en particular a comunidades indígenas y afrocolombianas en las regiones.