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Las elecciones presidenciales que se desarrollan mañana en Ecuador son determinantes. Los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta representan visiones radicalmente opuestas y quien sea que gane podría llevar a ese país vecino hacia un paradigma diferente a la moderación que maneja el actual presidente, Lenín Moreno. Toda América Latina está, por esto, muy atenta de lo que allí pase, y para Colombia también constituye un asunto clave, ya que la relación con Ecuador en una frontera tan complicada en materia de orden público necesita coordinaciones claras.

Por un lado está el derechista Guillermo Lasso y por el otro el izquierdista Andrés Arauz, este último respaldado por el polémico expresidente Rafael Correa, y quien obtuvo una ventaja contundente en la primera vuelta del 7 de febrero, al lograr el 32,16% de los votos, mientras que Lasso alcanzó el 20,99%. En esta instancia será definitivo cómo voten los partidarios del excandidato indígena Yaku Pérez, quien en la primera jornada tuvo un empate técnico con el derechista en el segundo lugar. Pérez denunció un presunto fraude y reclamó ser merecedor de ir a segunda vuelta. No obstante, las instancias judiciales no le dieron la razón.

De acuerdo con las encuestas, la puja entre Arauz y Lasso será estrecha, ya que en los pronósticos las diferencias son de solo el 4%, con un margen de error del 2,6%, aproximadamente. Dada la enconada rivalidad de los dos bandos que representan, la posibilidad de un triunfo por poca diferencia podría desembocar en acusaciones de fraude y una profundización de las polarizaciones. Lo mejor para los ecuatorianos sería, en realidad, el triunfo contundente y sin dudas de una de las dos opciones. En la medida en que el ganador consolide un liderazgo claro, seguramente para Colombia se tendría el beneficio de una relación diplomática más productiva.

Para la estabilidad de la región, esperamos que la jornada democrática de mañana sea en paz, sin problemas de orden público, y que el ganador se encargue de limar asperezas. Además del desafío de la emergencia sanitaria causada por la covid-19, quien llegue al poder tendrá que resolver los graves problemas en que se encuentra la economía, así como la creciente crisis social. También deberá establecer condiciones más favorables al ingreso de capitales de inversión extranjera.

Este domingo será igualmente importante para Perú, que va a primera vuelta presidencial, y en donde según los analistas puede pasar cualquier cosa, debido al desinterés de los habitantes de ese país y a que, según las encuestas, cinco de los 18 candidatos tendrían un empate técnico en el primer lugar. La puja está entre el centroderechista Yonhy Lescano (10%) la izquierdista Verónika Mendoza (9%), el derechista Hernando de Soto (9%), el centroderechista George Forsyth (8%) y la populista de derecha Keiko Fujimori (8%). Un 25% de los encuestados, en promedio, está indeciso. Como ninguno de ellos alcanzaría una mayoría decisiva lo más seguro es que se tenga que ir a segunda vuelta el 6 de junio.