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Han pasado cerca de 9 años en los que los problemas con la facturación del Impuesto Predial en Manizales se volvieron recurrentes, las inconsistencias reinan y nadie toma la decisión del remedio definitivo. La explicación que aporta la Administración Municipal es que desde hace tiempo se tienen problemas con el software que se usa en el proceso, y que ya se pasaron las observaciones al contratista que suministra y maneja la plataforma. Son respuestas que resultan insuficientes para los cerca de 12 mil ciudadanos que están afectados.

Que el 10% de la facturación no sea la correcta es preocupante para una ciudad que necesita transmitir confianza en el recaudo. Si no fuera por la excelente cultura de pago que hay en la ciudad, las metas de ingresos se afectarían gravemente. Está bien que desde la misma Administración se haya detectado el error y que antes de la entrega de las facturas se estén verificando los datos, pero es un inmenso desgaste para la Secretaría de Hacienda y para los ciudadanos estas equivocaciones. Han pasado varios alcaldes y ninguno ha asumido con seriedad la urgencia de garantizar que la herramienta que procesa buena parte de los recursos propios del Municipio funcione de la manera adecuada.

El actual gobierno no puede darle más largas a la superación de estas dificultades. Tiene que ser prioridad que se cambie el software, si es necesario, por uno que sea más estable, que funcione sin estos inconvenientes y frente al cual quien lo opere ofrezca todas las garantías. Una inversión en este sentido no puede considerarse injustificada, cuando su mal funcionamiento genera tantos problemas para el ingreso de los recursos que se necesitan para los distintos programas de impacto social.

Es el colmo que les llegue cobros trasnochados a ciudadanos luego de varios años de haber tenido las cuentas en orden. En esa clase de situaciones se evidencian los desórdenes en las cuentas municipales y las cifras imprecisas que se podrían estar usando para proyectar recaudos e inversiones. En buena medida a esto también contribuye la ausencia de actualización catastral, la cual no se hace en la ciudad desde el 2014. El problema de los lotes que ya son edificios y que aún no están desenglobados puede tener relación con todo lo que está ocurriendo, o por lo menos se constituye en un problema paralelo adicional frente al cual la Administración debe tomar decisiones más consistentes y definitivas.

Resulta fundamental, por esto, que se avance en el catastro multipropósito que ahora pueden ejecutar las entidades territoriales sin depender del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), como ocurría antes. En esto es urgente que se comience con la actualización y se incluyan todos los predios que hoy se sabe que hay en la ciudad, muchos de los cuales todavía no pagan predial. No se trata de impulsar un proceso agresivo de incremento en los cobros, lo cual debe darse de manera gradual, sino más bien tener información clara, que evite las inconsistencias actuales y que garanticen un recaudo creciente en el tiempo.