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El control de la enfermedad de covid-19 no es asunto sencillo. Si prevenir es difícil, más complicado aún es intervenir para buscar soluciones a un problema que se encuentra ya avanzado. Por eso, es necesario hacer un justo reconocimiento a La Dorada y la manera como se viene manejando la emergencia generada por la pandemia del coronavirus.
Hace dos meses parecía que la situación en el puerto caldense se salía de control, que era imposible ponerle freno y que el suyo sería un mal referente con respecto a la penetración y avance de la enfermedad en Colombia. Con la quinta parte de la población de Manizales, los casos positivos duplicaban y hasta triplicaban a la capital caldense, lo que hacía pensar en que esa sería una batalla perdida.
Hoy dos cifras evidencian que la reacción fue oportuna y que se actuó de manera eficiente ante el avance de la pandemia. De 60 casos reportados desde que comenzó la emergencia en la primera semana de marzo, solo hay 5 activos. La semana pasada aparecieron dos nuevos casos, pero el municipio estuvo 13 días sin nuevos reportes, lo que muestra la efectividad de lo que se ha hecho, pero también es un llamado a no bajar la guardia.
La aplicación masiva de pruebas para identificar los focos de infección y la acción rápida para evitar más contagios fue vital en la coyuntura inicial, cuando La Dorada lideraba la lista de municipios con mayor número de casos por cada 100 mil habitantes. En esto, la intervención directa del Ministerio de Salud fue fundamental, pero también las acciones bien encaminadas de las autoridades locales y regionales.
La búsqueda activa de asintomáticos para su inmediato aislamiento, además de los controles impuestos en distanciamiento social, con un toque de queda que se anticipó a la cuarentena nacional, y los cercos epidemiológicos bien aplicados resultaron ser la clave. También fueron importantes las ayudas que llegaron a sectores populares, para que las familias pudieran alimentarse y así lograr que no salieran, como lo venían haciendo, a rebuscarse los ingresos para sus gastos diarios.
Obviamente, fueron medidas temporales y de choque que sirvieron en su momento, pero que hacia el futuro tienen que ser vistas bajo la óptica de una sensata mezcla de autocuidado y reactivación de las actividades productivas. Seguramente aparecerán nuevos casos en los próximos días, pero ya La Dorada demostró que con una reacción a tiempo es posible ponerle freno pronto a la amenaza.

Manizales está viviendo en estos momentos un incremento significativo de los casos de covid-19, por lo que podría tomar parte de la experiencia del puerto caldense, y así no tener que llegar a medidas como las de nuevos toques de queda, cuando lo que se necesita es moverse en la nueva normalidad, en la que el cumplimiento de protocolos de autocuidado tiene que ser afín con el desarrollo normal de las actividades económicas. La capital caldense tiene hoy 79 casos, de los cuales 39 están activos; es fundamental evitar que los contagios crezcan de manera exponencial.