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Anoche quedó oficialmente encendido el alumbrado navideño en Manizales, y el ambiente de esta alegre época ya se siente en todos los rincones de la ciudad. Hay toda clase de luces multicolores en las calles, las ventanas de las casas, las fachadas de los edificios, los separadores de las avenidas y los parques. Las familias se preparan para disfrutar de las velas en honor de la Inmaculada Concepción de María, las novenas de aguinaldo, la Nochebuena y la llegada de un nuevo año. 
Con este aire de fiesta llega, infortunadamente, el riesgo de las personas quemadas con pólvora, porque todavía no aprendemos que estos artefactos solo deben ser manejados por profesionales, y que se debe erradicar para siempre el uso de la pólvora en nuestros hogares. Debemos reconocer que Caldas y Manizales han avanzado en la prevención, si comparamos las cifras de quemados de décadas pasadas con las del 2018, por ejemplo. Se han tenido avances, pero faltan mayores esfuerzos para cumplir la meta de cero personas lesionadas. 
El año pasado en Caldas se contabilizaron 21 quemados al cierre de diciembre, 4 de ellos en Manizales. En el periodo 2017-2018 la cifra total fue de 30, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), entidad que para todo el país reportó 832 casos de lesionados con pólvora. Esta vez, como cada año, las instituciones oficiales regionales y locales, apoyadas por el Ministerio de Salud, impulsan la campaña "Porque te cuido y me cuidas, cero pólvora parcero", con lo que se apunta a hablarles en su idioma a jóvenes y niños, que son las principales víctimas en estos casos, y quienes sufren daños irreversibles por quemaduras o intoxicación que les complican su futuro.
Está identificado que los artefactos que más lesionados y quemados genera en Colombia son los totes (30%), cohetes (11,9%), voladores (11,7%), luces de bengala (4,7%), volcanes (4,6%) y otros, como papeletas y diablitos, (25,1%), de acuerdo con los reportes del último año. En esto, las autoridades requieren el apoyo ciudadano con denuncias e información detallada acerca de los posibles lugares de fabricación o expendio, para frenar cualquier posibilidad de que tales elementos lleguen a manos de los niños. Hay que recordar que en Manizales hay prohibición total para la fabricación, venta y uso de estos elementos explosivos, por lo que las autoridades deben hacer un control estricto, pero sobre todo un trabajo preventivo.
Es cierto que los juegos pirotécnicos son un bello espectáculo del que todo el mundo disfruta. Es común que en las grandes celebraciones mundiales estas actividades sean parte esencial de la fiesta, como también lo son en la Feria de Manizales. En países de diversas culturas y en todas las latitudes del planeta la pólvora es símbolo de alegría, pero lo que está mal es que pretendamos usarla en nuestras calles como si fuera algo inofensivo. Lo peor es que cuando los menores de edad se queman, muchas veces los padres de familia deciden no buscar atención médica, porque saben que recibirán una sanción por su irresponsabilidad.

La pólvora no es un juguete, es un elemento que ofrece riesgos y que solo debería ser usada por expertos, bajo la garantía de que nadie resultará lesionado. Lo clave es que se genere y consolide una cultura acerca de la inconveniencia de utilizar la pólvora. Debemos lograr que el alegre espíritu de la Navidad que inunda las calles con sus luces multicolores no se mezcle con la mala noticia de las quemaduras, que son lesiones irreversibles que marcan negativamente las vidas de muchas personas desde sus primeros años.