El efecto pandemia en la destrucción de empleos fue severo y es importante que las cifras den cuenta de la recuperación. 
Se conoció el índice de desempleo en el trimestre mayo-julio del 2021 en Colombia y se nota la recuperación de puestos de trabajo, lo que es importante, pero no se puede perder de vista que aún las cifras se encuentran lejos de los niveles del 2019. El efecto pandemia en la destrucción de empleos fue severo y es importante que las cifras den cuenta de la recuperación. También hay que entender que el proceso para crear de manera contundente nuevos puestos es insatisfactorio, pues no parece ir al mismo ritmo de la reactivación económica y del crecimiento del PIB.
Es sabido que no es fácil crear puestos de trabajo y en Colombia esta situación se ha tornado casi permanente. En el área metropolitana de Manizales y Villamaría parece haber un estancamiento en la cantidad de empleos y siempre ha crecido a un ritmo lento, lo que se hace más notorio en estos tiempos, pues se agrava con los efectos de la covid-19 y del paro nacional. A esto se suma ahora el temor natural de cada cuatro años, al avecinarse las elecciones presidenciales, lo que pone en alerta a un sector del empresariado, temeroso de cambios estructurales en el país, un asunto cíclico, pero que en este momento afecta las cifras de la reactivación.
Esto nos muestra que se requieren decisiones  que rompan con lo tradicional para generar puestos de trabajo, sobre todo en nuestra región. Hasta el momento todo se basa en más de lo mismo, cuando está demostrado que hay una condición de inercia en el proceso de generación de empleo y poco o nada nuevo resulta, un reclamo que de tiempo atrás hacen algunos sectores que hablan de las dificultades para emplearse. Por otra parte, para formalizar las relaciones laborales y crecer en la ocupación de más gente hay que disminuir los costos fiscales asociados a la contratación, eso en el pasado ha mostrado enorme efectividad.
Por supuesto que es positivo que en la ciudad la caída del desempleo fue a una tasa del doble de la nacional en este periodo. Mientras aquí hablamos de 11 puntos de reducción, en Colombia apenas fue de 5,9, pero es grave que nuestra capital con Villamaría siga estando en una tasa (16%) por encima del promedio nacional (14,3%). Este debería ser el primer indicador para vencer y proponerse estar por debajo de la media de una vez por todas.
Es clave que además de los empleos por las pavimentaciones que se han emprendido, se inicien las grandes obras prometidas como parte del paquete de reactivación en la ciudad, las que tampoco difieren del plan trazado de tiempo atrás, pero que al menos darían una mano importante en la creación de puestos de trabajo en lo coyuntural, mientras se piensa en los de más largo aliento.

Qué bueno saber que por primera vez se crearon más puestos de trabajo en el país para mujeres que para hombres. Aunque se está muy lejos de lograr una igualdad en estos asuntos, es un comienzo y vale la pena que así sea, teniendo en cuenta el impacto que genera en el hogar el dinero ganado por ellas.