El registro de 431 contagios de covid-19 el martes y de 314 casos ayer, así como el creciente número de personas fallecidas por esta causa evidencia que estamos en el llamado pico de la pandemia. En Caldas estas semanas que transcurren son las más delicadas y las que necesitan mejores comportamientos de prevención y autocuidado por sus ciudadanos. También el hecho de que las unidades de cuidado intensivo estén cada vez más ocupadas por pacientes con coronavirus y que estemos al borde de la alerta naranja nos plantea el desafío de esforzarnos lo suficiente para que no colapse el sistema.
Ahora bien, el aumento en los registros hay que tomarlo en su justa dimensión, ya que al practicarse muchas más pruebas de antígeno y de PCR es lógico que aumente la cifra de contagios. Eso permite inclusive lograr que muchas personas asintomáticas se aíslen y dejen de contagiar a otros sin saberlo. Lo ideal es que cada vez haya más pruebas en esta región, ya que está comprobado que esa búsqueda activa es la que permite romper rápido la tendencia de contagios y lograr que la curva descienda. Hacer bien la tarea nos evitará tener que volver a cuarentenas que afecten aún más la ya debilitada economía.
Sin embargo, la realidad hoy es que en las calles hay muchas personas contagiadas que no lo saben y eso podría llevar a que las cifras crezcan a mayor velocidad durante los próximos días. Eso nos obliga a que desde las administraciones departamental y municipales se establezcan medidas que mitiguen el avance de la pandemia. En ese sentido es acertado suspender la ciclovía en Manizales durante dos fines de semana y toda clase de actividades que puedan generar algún tipo de aglomeración. También debe tomarse medidas especiales frente a la celebración del Halloween, cuando no quisiéramos ver niños en las calles ni fiestas de ningún tipo.
Como, de todos modos, es muy probable que una mayor cantidad de pacientes de covid-19 necesiten su traslado a unidades de cuidado intensivo, es acertada la decisión de entregar al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) la administración de las camas UCI del departamento, lo que implicaría el traslado de algunos pacientes de Manizales hacia otros municipios donde la capacidad instalada no está a tope. Así, desde las IPS y EPS se debe coordinar con el CRUE los lugares de hospitalización y tratamientos de cuidado crítico para estos pacientes. De una buena coordinación depende que haya valido la pena las restricciones de estos meses para preparar la infraestructura hospitalaria de Caldas.

En la medida en que todos tengamos una férrea disciplina social, con la aplicación de todos los protocolos de bioseguridad, como el tapabocas bien puesto, la higiene permanente de manos, la limpieza frecuente de superficies y el distanciamiento físico será posible que la situación no se salga de control. Desde el punto de vista de las autoridades, además de una infraestructura óptima y eficientemente usada, mantener alto el número de pruebas y hacer un buen seguimiento de los nuevos casos permitirá que podamos superar de manera exitosa la emergencia, por lo menos en su primera etapa.