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Durante este fin de semana se realiza la 64 Feria Equina Grado A de Manizales. Es un evento que se hace de manera presencial con aforo limitado y que los amantes del mundo de los caballos también pueden disfrutar por canales virtuales. Quienes asisten al recinto de Expoferias pueden pagar por estar en palcos especiales que cumplen con las exigencias de bioseguridad, de tal manera que solo 600 personas podrán observar de manera directa la presentación de los 620 ejemplares que llegaron de distintas regiones del país.
 La decisión de que el evento se haga de esta manera cuenta con el aval de los ministerios del Interior y de Salud, que consideraron el descenso en las cifras de contagio en la capital caldense, así como los bajos niveles de ocupación de unidades de cuidado intensivo y la caída en el número de muertes a causa de la pandemia de covid-19.
 Si se cumplen de manera rigurosa los protocolos fundamentales de uso correcto de tapabocas por los asistentes, higiene permanente de manos y distanciamiento físico, de tal manera que no haya aglomeraciones, seguramente este será un buen modelo para aplicar en otros eventos que resulte equilibrado entre los cuidados a la salud y la posibilidad de reactivar la economía en el sector del entretenimiento que tanto se ha perjudicado durante estos meses de restricciones a causa de la emergencia sanitaria.
 También estamos viendo que los cines están de regreso, desde luego cumpliendo con la bioseguridad necesaria, y de igual manera en ciudades como Cartagena, caracterizada por su gran actividad turística y de eventos de todo tipo a todas horas, se dan pasos para la reactivación bajo el concepto de la nueva normalidad. Hasta ahora todo parece ir bien, y las cifras de la pandemia están controladas, a lo cual también ayuda que avance el proceso de vacunación, aunque en eso hay que ser muy claros acerca de que vacunarse no significa que se pueda abandonar el autocuidado.
 Bajo este marco podría uno pensar que en eventos deportivos como el fútbol profesional, que se juega en escenarios al aire libre y donde los estadios cuentan con graderías para gran cantidad de personas, se podría tener cierta flexibilidad en la presencia de público. Desde luego que habría que establecer aforos limitados, entre el 20% y el 30%, y con un esquema que evite la aglomeración de personas en un solo lugar del escenario.
 Lo fundamental es que se pueda garantizar que haya un distanciamiento físico efectivo entre las personas que viven en diferentes hogares. Para cada situación específica se haría el estudio pertinente y se tomarían las medidas necesarias, para que se aliente la reactivación con la debida prudencia, pero que tampoco se caiga en una camisa de fuerza que no permita avanzar en ese camino.

Hay que acudir a la sensatez y pensar en la aplicación de una flexibilidad responsable, en la que los presupuestos mínimos de bioseguridad y autocuidado se apliquen correctamente. Así, podría darse paso a que eventos deportivos, conciertos, festivales, conferencias, desfiles o bodas, puedan realizarse sin que sean focos de contagio. Es un asunto para mirar en el mediano plazo, por lo pronto este puente y la Semana Santa nos darán la pauta acerca de si se puede avanzar en este sentido.