Luego de conocerse el audio en el que el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, le comenta al presidente Gustavo Petro que Aerocafé es un proyecto de las élites y que había obras más prioritarios para Caldas, los gremios y el gobernador, así como la Corporación Cívica de Caldas y congresistas del departamento, decidieron crear un frente común para llevar al Gobierno Nacional un mensaje acerca de la necesidad e importancia de retomar el proyecto del Aeropuerto de Café.
Inclusive, líderes comunitarios que, si bien han protestado por considerar que no se les ha tomado en cuenta, en esta ocasión salieron a plantear la importancia de construir esa terminal aérea y que no se quede como un elefante blanco. Aunque ayer en entrevista con LA PATRIA Radio el alcalde Marín dijo estar dispuesto a acompañar a la dirigencia caldense en la defensa de Aerocafé, claramente el mandatario le generó a Petro dudas sobre la pertinencia de ese proyecto, que es considerado un sueño de los caldenses desde hace décadas, y que es una necesidad urgente ante las evidentes limitaciones de La Nubia
No hay duda de que el sistema de cables que se plantea para el transporte público en Manizales es una idea que también debe ser respaldada, por el beneficio que representarían para la movilidad y la protección del medioambiente, pero eso no puede ser obstáculo para que una infraestructura de gran impacto para Manizales, Caldas, el Eje Cafetero y hasta buena parte del occidente del país, como es Aerocafé, pueda concretarse.
El presidente Petro en varias ocasiones ha reconocido la importancia del aeropuerto de Palestina para impulsar el turismo en toda esta región y es evidente que también sería importante para la industria y la agroindustria en general que crece de manera significativa en esta zona. Los estudios técnicos, financieros y socioeconómicos del proyecto respaldan que se cuenta con todos los elementos para su ejecución exitosa, lo cual tendría efectos favorables a la competitividad regional.
Resulta urgente que los voceros de la región encuentren un espacio en la agenda del presidente y se puedan aclarar todas las dudas acerca de la innegable importancia de Aerocafé, sin desconocer que también es necesario revisar lo ocurrido con el contrato fallido con la firma española OHLA y corregir los posibles errores en un nuevo proceso licitatorio para construir esa infraestructura.
Lo más importante es que más allá de diferencias políticas o ideológicas se escuche la voz de Caldas al unísono en la Presidencia de la República, de tal manera que el proyecto pueda reactivarse lo más pronto posible. La posibilidad de que podamos contar allí con una mejor conectividad aérea con el resto de Colombia y con el mundo no puede echarse por la borda, como tampoco puede permitirse dejar enterrado en esos terrenos de Palestina todos los recursos que se han invertido. Eso sí sería una gran vergüenza, algo absolutamente inaceptable.
