En el primer trimestre del 2021 deberá realizarse, por fin, la consulta popular para preguntarles a los habitantes de Palestina, Chinchiná, Neira, Villamaría y Manizales si quieren que los cinco municipios conformen el Área Metropolitana Centrosur de Caldas. Debemos recordar que esa jornada democrática estaba programada para el 5 de julio de este año, pero debido a la pandemia de covid-19 la Registraduría Nacional tomó la determinación de aplazarla. El costo sería de $2.500 millones, así que lo económico debería estar garantizado.
Como ya en otras regiones ha sido posible la realización de elecciones con protocolos de bioseguridad, sin inconvenientes, no se tienen ahora disculpas acerca de un posible nuevo aplazamiento, lo que obliga a que se estructure desde ya un buen trabajo de socialización de la iniciativa, para que los ciudadanos acudan de manera masiva a las urnas y voten con plena conciencia.
La pregunta que se formulará es: “¿Está de acuerdo con la constitución del Área Metropolitana Centrosur de Caldas, que estaría conformada por los municipios de Chinchiná, Manizales, Neira, Palestina y Villamaría?” Las posibilidades de respuesta son Sí o No. Para que ese paso se pueda dar, solo se necesita la participación del 5% del censo electoral, unas 30 mil personas en los cinco municipios. Pese a que no se necesita legalmente una participación demasiado grande, es fundamental que ese sueño regional de cuatro décadas se asegure con una campaña sólida que arroje un resultado contundente.
Es clave que los alcaldes de los cinco municipios, quienes han manifestado en diversas ocasiones que están de acuerdo con impulsar la iniciativa, asuman el claro compromiso de socializar la idea entre los ciudadanos y lograr que en la fecha estipulada expresen su deseo de integración. Todos debemos refrescar la información acerca de los grandes beneficios para la región si se logra conformar el Área. Hay que superar el mito acerca de que el municipio núcleo acapara los mayores beneficios y anula a los demás, y ver que cada alcalde tiene peso en las decisiones que se tomen en la junta del nuevo organismo.
Debemos recordar que en febrero pasado, en el Concejo de Villamaría, se protocolizó la convocatoria a la consulta, lo cual no tuvo efectos prácticos debido al aplazamiento, pero sí tiene una carga simbólica significativa. La asistencia de magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE), el registrador nacional, el gobernador de Caldas, los alcaldes y los concejales de los cinco municipios, además de los diputados y congresistas, demostró que hay unidad de criterio en esa dirección. Además, con la construcción próxima del Aeropuerto del Café, que será el primer gran hecho metropolitano, el Área garantiza su arranque con pie derecho.
Es fundamental que desde la Gobernación se acompañe decididamente a los municipios en ese objetivo. La posibilidad de acelerar el desarrollo regional, gracias a la unión de esfuerzos por proyectos comunes, dejará réditos a todo Caldas, y en momentos como este es cuando más se requiere de sinergias que ayuden a reactivar la economía y el beneficio social en el territorio. No puede negarse que hay razones sociales, demográficas, ambientales, económicas, culturales y tecnológicas que sustentan el proyecto. Oponerse a ello sería una gigantesca miopía.