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Hoy, a las 2:00 p.m., comenzará la indagatoria del senador Mario Castaño, quien fue capturado la noche del pasado martes cuando salía del Congreso de la República, y llevado al búnker de la Fiscalía General de la Nación, tras el pedido de la Corte Suprema de Justicia para que responda a un cuestionario de unas 100 preguntas alrededor del sonado caso de Las Marionetas. Este es un proceso relacionado con el manejo de recursos públicos con el propósito de obtener beneficios económicos y políticos, y hasta favores sexuales, por el cual se encuentran detenidas 10 personas desde principios de marzo pasado.

Una vez termine la indagatoria a Castaño, los magistrados de la Corte tendrán 5 días para decidir si el aforado puede quedar en libertad o si tiene que seguir detenido de manera preventiva hasta resolver su culpabilidad o inocencia. Lo cierto del caso es que el panorama es muy complicado para el político caldense, mencionado numerosas veces en comprometedores audios que son usados por el ente acusador como pruebas de que él era el cerebro de toda una organización dedicada al desangre del erario en el país.

Entre los demás detenidos y él hay innegables vínculos que tendrá que explicar de manera satisfactoria a los fiscales, y tomando en cuenta que algunos de los involucrados decidieron allanarse a los cargos en busca de beneficios en la pena, es previsible que también han terminado colaborando con la justicia y entregando nuevos elementos de prueba que incrementan los problemas de Castaño. El hecho de que lo hayan capturado para tomarle declaración, es indicativo de que la gravedad de los indicios que tendría su caso.

De hecho, al senador se le imputan cinco delitos: concierto para delinquir, interés indebido en celebración de contratos, peculado, concusión y estafa. En caso de que haya una acusación formal en su contra y se pase a la etapa de juicio, se podría llegar a concretar la figura de silla vacía, lo cual podría significar que, pese a que Castaño fue elegido el 13 de marzo para un nuevo periodo de cuatro años, el Partido Liberal y Caldas pierdan representatividad en el Congreso.

La situación del parlamentario remite, necesariamente, a la historia de enredos e ilegalidad que acompaña a los líderes del liberalismo en Caldas desde hace décadas, quienes han terminado juzgados por diversidad de delitos. Los casos de los exparlamentarios Dixon Tapasco, Enrique Emilio Ángel y Jairo Llano, además del caso de Ferney Tapasco, en la cárcel por el asesinato del periodista Orlando Sierra, son ilustrativos de lo que ha sido una colectividad política que tiene que cuestionarse mucho en materia de liderazgos.

Para Caldas es lamentable que a la ya disminuida presencia de senadores en el Congreso de la República, se pueda perder esa curul que, ocupada por otra persona sin los enredos que enfrenta Castaño, podría representar gestiones importantes ante el Gobierno Nacional a favor del departamento. Sin embargo, en el actual contexto lo que esperamos es que la Corte Suprema haga muy bien su trabajo, y que en caso de reunir pruebas suficientes para juzgarlo lo haga a la luz de las normas, y en la justa proporción de su presunta culpa.