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Un primer año de cambio de prioridades por la llegada de la covid-19, en este momento sus administraciones se encuentran afectadas en algunos tipos de contratación por Ley de Garantías Electorales y al final del mandato se les repetirá, cuando llegue el momento para votar por sus sucesores. Es la realidad que enfrentan los mandatarios de municipios y gobernaciones en este periodo 2020-2023. Es también un reto para las ejecuciones que deben hacer, lo que será clave este año, para ver realmente las obras de un gobierno.
En el informe especial que publicamos hoy con 24 alcaldes titulares y uno encargado, así como con el gobernador, la mayoría de estos coinciden en que van a cumplir con sus planes de Desarrollo. Esto es importante, y es necesario que la comunidad tenga a mano las metas trazadas en estos documentos, que deberían ser, de acuerdo con las leyes, las cartas de navegación de los municipios y departamentos en Colombia, pero que en muchos casos son apenas un formalismo que se cumple, pero al que no se le presta la atención adecuada. 
Este documento es pieza clave de la planeación territorial y del voto programático, pues se supone que se deposita el voto por unas ideas que representa alguien y estas, concebidas en el programas de Gobierno, luego alimentan los planes de Desarrollo, si se hace bien.
A esto se suma ahora la elaboración de los Esquemas y Planes de Ordenamiento Territorial, según la categoría de los municipios, los cuales en donde se están elaborando generan una mayor claridad de definición del futuro de sus municipios, pero hay que advertir que también, como instrumento planificador de largo plazo que es, busca ordenar el territorio y siempre que se hace esto, se tocan derechos que muchos creen adquiridos, pero que tienen que ver con permisividades toleradas en los municipios y que deben ser corregidas, pero sabemos de poderes locales que domeñan a los mandatarios en muchos casos. Ojalá se imponga la lógica y el orden.
Lo anterior, además, porque al escuchar a la mayoría de alcaldes, estos ven en el turismo un potencial al desarrollo regional, pero no hay decisiones que caminen en esa vía y, por ejemplo, al turismo lo aleja el desorden administrativo o la falta de autoridad que defienda los espacios públicos para ser disfrutados, que haya autoridad que proteja a quienes invierten para conocer un territorio. A eso hay que sumar, que el turismo en nuestro departamento tiene que pasar por el paisaje y lo medioambiental, a pesar de que sobre el Paisaje Cultural Cafetero se ciernen negros nubarrones y la minería de alto impacto se anuncia con intereses para explorar y explotar en nuestros territorios, lo que tiene a varios mandatarios en un dilema.
Resulta lamentable que los alcaldes de Palestina y de Villamaría no quisieran responder al cuestionario que se les presentó hace casi un mes y a pesar de la insistencia de nuestros periodistas. Si esto es frente a unas preguntas en las que se intentaba que simplemente contaran su visión del municipio, cómo será frente a temas complejos. Ojalá rectifiquen para que los ciudadanos puedan enterarse de lo que ellos creen son sus ejecutorias. Vale la pena que los gobernados lean con ojos críticos estas respuestas y si tienen salvedades, nos las hagan saber para hacerles seguimiento.