El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló la semana pasada que para el trimestre junio-agosto del 2021 el desempleo en Manizales y Villamaría bajó al 14,7%, un descenso de 10,6 puntos porcentuales frente al 2020, aunque un aumento de 4 puntos frente a igual periodo del 2019, cuando estuvo en 10,7%. Todavía falta un buen trecho para recuperar las cifras prepandemia, pero es innegable el avance que se tiene en la dinámica productiva y de generación de empleo desde que se reabrieron los diferentes sectores de la economía.
Ahora bien, en Manizales y Villamaría seguimos por encima de la tasa nacional que terminó agosto en 12,3%, lo cual significa que en el país se han recuperado el 82,5% de los empleos perdidos durante la pandemia de covid-19, y que, en nuestra región, donde esa recuperación es del 92%, todavía hay que hacer un esfuerzo adicional para igualar, al menos, los reportes anteriores al comienzo de la emergencia sanitaria. Una buena noticia en ese sentido es que Manizales y Villamaría estén ahora entre las cinco regiones colombianas con tasas de desempleo más bajas. Tras el regreso de las actividades artísticas, de entretenimiento y de recreación era evidente que en esos sectores se tuviera un fuerte impacto en la recuperación de puestos de trabajo. De hecho, el DANE reporta un aumento del 43,6% en ese renglón; igual ocurrió en información y comunicaciones, sector en el que el empleo creció 42,2% con respecto al año pasado. En comercio y reparación de vehículos el comportamiento también fue positivo, con un alza del 22,7%.
Sin embargo, esto también significa que la recuperación de empleos en los próximos meses podría ser más lenta, y no será tan fácil que en Colombia se encuentre trabajo para las 375 mil personas que aún están desocupadas con respecto a agosto del 2019. Además, preocupa que en Manizales y Villamaría haya un incremento de la población inactiva que ya no está buscando empleo (solo el 47,4% de la fuerza laboral está trabajando, cuando lo normal es que esté por encima del 50%).
De todos modos, si repasamos lo ocurrido durante el 2021, cuando además de un tercer pico agresivo de la pandemia tuvimos el paro nacional, la recuperación del empleo viene a buen ritmo, y si tomamos en cuenta que el segundo semestre siempre es más dinámico en la economía y el empleo, sobre todo para el comercio, seguramente terminaremos con un comportamiento positivo. Sin embargo, para poder seguir mejorando el próximo año habría que corregir los problemas estructurales del empleo, y para ello sería necesaria una reforma laboral orientada a luchar contra la informalidad.

En esta misma dirección también es esperanzador que, según la Encuesta de Ritmo Empresarial del DANE, para el primer semestre del 2021, el 23% de los empresarios realizó algún tipo de inversión en maquinaria, equipo o ampliación de capacidad productiva. No obstante, para el país hay un gran desafío, si tomamos en cuenta que nuestra tasa de desempleo dobla el promedio de los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es del 6,2%.