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A la medianoche del viernes se habían aplicado en Colombia 1 millón 131 mil 999 primeras dosis y 54 mil 162 segundas dosis de vacunas contra la covid-19. Si se tiene en cuenta que desde el 15 de febrero han llegado al país 3 millones 236 mil dosis y han sido asignadas a los entes territoriales 1 millón 858 mil 520, el avance podría ir más rápido, y es evidente que el exceso de trámites y la dispendiosa operación logística hacen que el proceso sea parsimonioso. Así las cosas, aún están por aplicarse cerca del 60% de las vacunas que ya están en el país, lo que no tiene lógica alguna, cuando lo que se requiere es cubrir cuanto antes a la mayor cantidad posible de ciudadanos.

Otra cifra diciente es que en la primera etapa, correspondiente a la primera línea del personal de salud que atiende los casos de coronavirus y a los adultos mayores por encima de los 80 años, solo se ha cubierto el 63,11%, ya que el total calculado para esa etapa es 1 millón 691 mil 366 personas. Se calcula que al ritmo que vamos solo el 6 de abril se estaría llegando al 100%. Si bien la segunda etapa del Plan Nacional de Vacunación, que corresponde al resto del personal de salud y los adultos mayores de 60 años a 79 años empezó la semana pasada, la meta de los 7 millones 192 mil 701 personas de esa etapa se ve lejana para su cumplimiento.

Lo peor que podría pasar es que, teniendo el propósito de vacunar a 35, 2 millones de colombianos, lleguen las vacunas comprometidas pero no se apliquen de manera oportuna, cuando se necesita alcanzar el 70% de cobertura de los habitantes del país lo más rápido posible, para alcanzar la llamada inmunidad de rebaño. El Gobierno Nacional debe admitir que, por diversas razones, entre ellas la mala calidad de las bases de datos que manejan las EPS, el proceso de vacunación va rezagado.

Aunque el ministro de Salud, Fernando Ruiz, asegura que en Colombia se pueden aplicar cada día 100 mil vacunas, el promedio diario hasta ahora está bastante abajo de esa cifra. Inclusive hoy se calcula que se necesitará aplicar 200 mil dosis diarias en adelante, si se quiere lograr la meta de terminar el año con los 35,2 millones de colombianos vacunados.

Bajo estas circunstancias hay que darle la bienvenida a la intención que tiene el sector privado de colaborarle al gobierno en el cumplimiento de las metas del Plan Nacional de Vacunación. Está muy bien que el Ministerio de Salud se mantenga firme en que se debe seguir la ruta ya trazada, en la que se debe vacunar primero a los más vulnerables a la covid-19, pero en la medida en que se pueda avanzar más rápido, llegando con las vacunas no solo a los trabajadores de las empresas sino a sus familias, se podrá recuperar el tiempo perdido e inclusive aspirar a conseguir más vacunas de las comprometidas hasta ahora, y así lograr que Colombia supere la emergencia sanitaria en forma efectiva.