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Motociclistas que usan el casco para ayudar a sostener el celular contra el rostro mientras hablan a través de él es una escena recurrente que forma parte de las medidas que prohíben tener distractores mientras se conduce. Sin embargo, se han generado tantos accidentes por esta causa que se dictaron nuevas disposiciones que prohíben taxativamente esta práctica, por esta razón la multa ahora será de 15 salarios mínimos diarios legales vigentes si infringe esta prohibición.
Esa y otras disposiciones que buscan mejorar la seguridad de los mototociclistas entraron en vigencia el sábado en el país. Es importante que se acaten, pues esto no pretende molestar, sino mejorar la seguridad y reducir los accidentes de tránsito en los que se ven involucradas las motocicletas. Según cifras del RUNT, el 59% del parque automotor del país corresponde a motocicletas (9 millones 419 mil 374 aparatos al 31 de diciembre). Por este motivo es que también se ven involucrados los motociclistas en una buena cantidad de accidentes, proporcional a su presencia. En el 2019 fallecieron 6.289 personas en accidente de tránsito, de las cuales 3.666 fueron motociclistas (53,71%). De los motociclistas muertos, el 32% fue por traumas craneoencefálicos en los que se evidenció un uso inadecuado del casco.
La solución como muchos pregonan no es mantener un acoso sobre estos vehículos, sino lograr que el mayor número posible de conductores cumpla las normas de tránsito como es debido, en lo que no se debe bajar la guardia. Entre las otras normas que entraron en vigencia está la de usar un casco no solo en motocicletas, sino en cuatrimotos y mototaxis, para que no se eluda el cumplimiento de esta obligación. Debe tratarse además de un implemento en buen estado, esto es que no esté rajado y que ajuste con precisión, no tanto, como han dicho algunas personas que tenga que ser cerrado solamente, sino que siempre se tengan bien ajustadas las correas por debajo de la mandíbula. Ante un golpe, por inercia el casco sale disparado y no protege como es debido.

Usar bien el casco es un asunto de seguridad y de salud pública, por la cantidad de atenciones que tiene que hacer el sistema de salud de las personas lesionadas en accidentes en los que se ven involucrados motociclistas. Hay que anotar que las medidas deben aplicarse en todas partes, no solo en los grandes centros urbanos y las carreteras, pues en muchos municipios las normas que buscan mejorar la seguridad en el tránsito de las motos no se acatan y no hay autoridad que las haga cumplir. De la mano deben continuar las campañas educativas y de cultura ciudadana que insistan en la seguridad. Nunca está de más insistir en ello y aunque esto debería ser un asunto ya interiorizado, aún hay mucha tarea por hacer. Es hora de lograrlo.