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El avance de solo el 12% en la construcción del llamado Bulevar de la 48, el cual debió ser entregado en diciembre del año pasado, retrata lo que viene ocurriendo con las obras de la actual Administración Municipal. Los tres meses iniciales se han convertido en varias prórrogas del contrato de $5 mil 500 millones y en ya poco más de medio año de cierre de una vía en la que los trabajos no se ven. Lo mínimo que puede criticarse de lo que pasa allí es la falta de planeación.
Este bulevar, parecido a lo que ocurrió en la alcaldía de Octavio Cardona con las terrazas de la Calle 55, avanza a paso de tortuga, con aplazamientos tras aplazamientos. Sin embargo, en beneficio de la obra vecina del colegio Inem, en esa ocasión no fue cerrada la vía. Esta vez el innecesario cierre de vía, a la luz de las explicaciones que se entregan por la Secretaría de Obras para justificar el retraso (las obras en el Hospital de Caldas), implicó cerrar el cruce en la Avenida Santander hacia la Paralela y obligar a quienes antes usaban esa calle a recorridos más largos y demorados por las ya congestionadas vías de ese sector de la ciudad.
Si todo va bien, de ahora en adelante, en tres meses se estarían entregando las obras entre las carreras 23 y 25 en este punto del llamado sector de Coldeportes. Ojalá ya hayan ajustado los diseños en los que había vacíos, de acuerdo con las explicaciones de los contratistas, aunque es llamativo que se opte por arrancar, supuestamente, las obras, sin tener claridad plena de lo que se va a hacer. La explicación de que se ha trabajado en redes de servicios públicos tampoco es suficiente, porque un proyecto bien planeado tiene en cuenta todos esos asuntos desde el principio, y resulta claro que ha reinado la improvisación.
Lo más grave es que ese proyecto, como la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) y la Línea 3 del Cable Aéreo, que fueron presentadas desde el 2020 como las obras de la reactivación económica ante los efectos económicos de la pandemia de covid-19, todavía no arrancan. Al actual mandatario, Carlos Mario Marín, le quedan poco más de año y medio de mandato, y todavía no se ve su obra de gobierno. Hasta el reparcheo de vías tan importantes como la Avenida Paralela, que está llena de huecos, se mantiene en estado de propuesta.
La actual administración también ha hablado del Bulevar de los estudiantes y de un sistema de ciclorrutas, pero de esas ideas sólo se conocen algunos bosquejos y renders, que no dejan de ser borradores de lo que puede ser. Con los actuales antecedentes la posibilidad de que se conviertan pronto en hechos que ayuden a la movilidad de la ciudad y a la mejora de la calidad de vida de los manizaleños está bastante lejana. 
Nuestro llamado es a que se trabaje seriamente para concretar lo priorizado en el Plan de Desarrollo, el cumplimiento de metas está amenazado. Además, en un momento como el actual, cuando la situación económica se hace más difícil, no solo por los efectos de la emergencia sanitaria, sino por la creciente inflación y otros indicadores negativos que requieren rápida reacción, es inaceptable que se avance tan lentamente. Hay que ajustar la gestión para tener resultados reales sin más demoras.