La bancada parlamentaria de Caldas se renueva parcialmente, y genera expectativas acerca de lo que será su trabajo durante los próximos cuatro años en el Congreso de la República. Partidos como el Conservador y el Liberal mantienen su participación en la cámara baja del Legislativo, aunque con caras distintas, mientras que el Lizcanismo que antes estaba en el Partido de la U llega ahora con fuerza renovada por medio de Gente en movimiento. 
En esos tres casos específicos hay, en realidad, solo un cambio de protagonistas: Llega Octavio Cardona en lugar de José Luis Correa (quien fracasó en su intento de saltar al Senado), Juana Carolina Londoño (quien ya había sido congresista conservadora del 2010 al 2014) derrotó la aspiración de Félix Chica de mantenerse en la Cámara, y en lugar de Óscar Tulio Lizcano llegará Wílder Escobar, quien obtuvo la más alta votación entre los aspirantes a la Cámara de Representantes el domingo pasado.
Quienes llegan como fenómenos políticos nuevos a las curules de la Cámara en Caldas son Santiago Osorio, del Partido Verde y el Pacto Histórico (cuyo triunfo se lo debe a los petristas y de alguna manera es también de su primo, el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín), y Juan Sebastián Gómez, quien podrá ser un actor menos ligado a fuerzas políticas superiores a su liderazgo. Estos dos últimos ingresan, en medio del fracaso del Centro Democrático y de Cambio Radical por mantener sus curules. Quienes sí lograron sostener ese liderazgo son los indígenas del MAIS, quienes llevan a la Cámara al caldense Norman David Bañol a cambio de Abel David Jaramillo.
En el Senado también hay un viraje ideológico en la elección, así como en el número alcanzado para Caldas, con la llegada de Guido Echeverri y Humberto de la Calle, de la Coalición Centro Esperanza. Esto ocurre mientras el Centro Democrático perderá su presencia en la cámara alta, la cual hoy personifica Carlos Felipe Mejía. Quien logra sostener curul es el liberal Mario Castaño, envuelto en el escándalo de Las Marionetas. Castaño podría perder su esfuerzo electoral si no explica satisfactoriamente a la Corte los actos por los que lo acusa la Fiscalìa. Incluso al Partido Liberal le podrían aplicar la llamada silla vacía.
Independientemente de las tendencias ideológicas de cada congresista o de los agudos choques entre ellos durante la campaña, es necesario un comportamiento de bancada frente a los asuntos que le interesan a Caldas. Los nuevos representantes y senadores deben entender que por encima de los conflictos personales hay intereses superiores como los compromisos con el país y con la región, y que debe buscarse la posibilidad de remar en la misma dirección.
Las elecciones del domingo también dejaron lecciones importantes para la Registraduría Nacional del Estado Civil, que lamentablemente tuvo la página web caída durante la mañana del domingo, igual que su aplicativo para celulares, situación que obedeció a fallas técnicas, según la Fiscalía. También se presentaron numerosos problemas de logística en los puestos de votación, ausencia de mínima atención a los jurados en temas esenciales, y un proceso engorroso en el registro, conteo y divulgación de resultados, que lo hizo parecer más lento que en ocasiones pasadas. Vienen las elecciones presidenciales y todas estas fallas tienen que ser corregidas.