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El reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) acerca de cómo terminó el desempleo al cierre del 2021 trae cifras alentadoras, con respecto a la recuperación de puestos de trabajo, pero hay datos que también dejan enormes interrogantes y preocupaciones que es necesario analizar. En el caso específico de Manizales, estamos entre las ciudades con menos afectación por el desempleo, lo que evidencia que la reactivación económica sí se ha dado y ha servido.
El índice aquí fue 9,3% en el trimestre octubre-diciembre del 2021 (al cierre del 2020 había sido 17,6%), solo superado por Barranquilla y Cartagena. Además, sorprende positivamente que el desempleo fue menor que al cierre del 2019, cuando no había pandemia de covid-19, y cuando la cifra fue 12,5%. Pareciera que las cosas están ahora mucho mejor.
Sin embargo, la tasa de ocupación no es la mejor. De hecho, en buena medida, el desempleo descendió en esta capital debido a que muchas personas dejaron de buscar trabajo, con lo que la tasa de ocupación cayó ostensiblemente. Algunos analistas consideran que, si bien, algunos se rindieron ante la imposibilidad de buscar un empleo y decidieron quedarse improductivos, otra buena cantidad de personas habrían migrado hacia la informalidad, la cual habría que examinar de manera más profunda y pormenorizada, a fin de establecer sus niveles reales en la ciudad. Otros se habrían dedicado al estudio, pero serían minoría.
Este es un asunto clave, pues lo que han revelado los estudios desde hace unos años es que Manizales tiene el menor índice de informalidad de Colombia, que, de todos modos, es bastante alto: cerca del 40%. Sin embargo, es peor que crezcan los “desalentados” o inactivos, porque es más gente dependiendo de los ingresos de un menor número de personas, lo cual genera desequilibrios sociales y económicos, además de que los hacen más vulnerables. Incluso, para los analistas es claro que en Manizales, en los sectores de alojamiento, servicios de comida y actividades artísticas, aún hay muchos empleos que no se recuperan.
Es así como al final del 2019 los que no buscaban trabajo, pese a estar en edad de laborar, eran 148 mil personas en Manizales, mientras que la cifra al final del 2021 sería de 170 mil inactivos. La evidencia de este fenómeno es que al cierre del 2019 se tenía el dato de 186 mil personas ocupadas, mientras que al final del 2020 eran 174 mil y, al cierre del 2021, solo hubo una mejora de 4 mil, llegando a los 178 mil personas empleadas. Todavía falta para alcanzar la cifra de ocupación del 2019, y esa es una radiografía más precisa de la realidad.
Es evidente que los empresarios de la ciudad se han esforzado por proteger los empleos y recuperar los perdidos, y que esto es mucho mejor en la capital caldense que en la mayoría de las más importantes ciudades del país, pero aún se requieren muchos esfuerzos para recuperar lo perdido y poder afirmar, sin dudas, que las cosas han mejorado. Esto también nos conduce a concluir que en el resto de Colombia las cosas tampoco están bien y es fundamental que se generen más y mejores empleos, y que muchos de los hoy inactivos regresen al mercado laboral.