Pese al pedido de los gremios acerca de aplazar un año la actualización catastral en Manizales para que en el 2022 no se diera un alza exagerada en el Impuesto Predial, el Concejo aprobó de manera unánime el proyecto de Acuerdo con el que se hace el ajuste catastral que regirá a partir del 1 de enero próximo.

Aunque algunos concejales criticaron el hecho de que el avalúo de los predios en la ciudad se triplicó, al pasar de $11 billones a $30,7 billones, lo que significará incrementos de hasta el 35% en el Predial, la iniciativa terminó con el respaldo de todos. Pagarán más los sectores residenciales de estratos 5 y 6 y los establecimientos comerciales.

Ahora bien, también se aprobó en el mismo proyecto que se tenga un descuento del 15% por pronto pago del Predial, lo que mitigará en parte el impacto del alza. No obstante, sería conveniente estudiar la posibilidad de alguna gradualidad en los cobros, o financiaciones, con el fin de que el golpe para el bolsillo de los manizaleños sea moderado.

La Administración municipal debe ser consciente de que la economía de los habitantes de la ciudad no está en las mejores condiciones, luego de dos años de una emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19 que ha tenido consecuencias muy negativas para los ingresos de los hogares, y cuando las afectaciones para los establecimientos comerciales han sido excesivas. Es verdad que la actualización era necesaria, porque desde hace 11 años no se hacía (debió hacerse hace 5 años), pero en una circunstancia como la actual no se puede actuar a rajatabla.

Un argumento que se esgrimió, pero no fue atendido, tiene que ver con haber enfocado la acción en los predios que hace una década eran lotes y ahora son edificios, y que en términos de Predial siguen pagando como lotes. Esa era una decisión más consecuente con el momento, pero debemos aceptar que la realidad es otra. Como sea, es necesario que haya una gestión eficiente en el cobro del Predial a esas propiedades que, en criterios de equidad, deberían pagar mucho más desde hace años.

También es clave que se apliquen de manera eficiente los beneficios aprobados, y que se relacionan con descuentos en Industria y Comercio y otras erogaciones municipales. También es válido estimular las construcciones sostenibles y amigables con el ambiente, que son bienes de interés cultural, propiedades de bajo costo, predios dedicados a obras sociales, y también para empresas que empleen a jóvenes y personas mayores de 50 años. Ojalá que la decisión tomada no sea un obstáculo al proceso de reactivación económica, y que por el contrario ayude a acelerar la dinámica de la ciudad.