Antes de que empiece Ley de Garantías este 27 de junio, y para asegurar que los $100 mil millones prometidos por el Gobierno Nacional para Aerocafé logren reactivar la obra, se concretó el pasado miércoles el convenio interadministrativo entre la Gobernación de Caldas, la Alcaldía de Manizales, la Corporación Aeropuerto del Café, el Ministerio del Transporte, la Aeronáutica Civil y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Así podrá avanzarse en el cierre financiero y en la preparación de la licitación pública que se adjudicaría a comienzos del 2020 para reiniciar los trabajos, después de casi siete años de parálisis.
Los compromisos que señala el convenio están orientados a trabajar en equipo para que los aspectos técnicos, financieros, administrativos y jurídicos para la estructuración y ejecución del proyecto se puedan desarrollar sin escollos durante los próximos meses, y que desde los primeros días del próximo año se logren resultados palpables en la ejecución de la primera fase del proyecto, que contempla una pista de 1.460 metros. También fija el convenio los compromisos del comité operativo, en el que todos los actores involucrados discutirán la mejor manera de avanzar en las etapas previas al comienzo de las obras y su posterior monitoreo.
Sin embargo, la nueva espera es que el Banco de Desarrollo de América Latina -CAF realice un nuevo estudio financiero, el cual será fondeado por el Fondo de Prosperidad del Reino Unido, cuya luz verde será útil luego para la búsqueda de un socio privado que avance hacia la segunda fase, una pista de 2.600 metros de longitud.
Durante estos meses deberá concretarse la manera como la Gobernación y la Alcaldía harán sus aportes por $121 mil millones. Habrá que echar mano de vigencias futuras o créditos, seguramente, para que en el 2022 se cuente con una pista apta para entrar en funcionamiento, como es el sueño de los caldenses desde hace décadas. Para ello también se necesita que la Nación aporte otros $220 mil millones antes de que termine el gobierno del presidente Iván Duque. Debe tenerse en cuenta, así mismo, que la venta de los terrenos de La Nubia hace parte de esta caja.
A finales de abril, después de varios meses de optimismo, hubo un momento en el que se llegó a pensar que el proyecto volvería a la incertidumbre. Pese a estar en el Presupuesto Nacional del 2019, no se veían avances desde el Gobierno Nacional para concretar la inversión, mientras el fantasma de la Ley de Garantías avanzaba. Las advertencias de aquel momento sirvieron para que una vez aprobado el Plan Nacional de Desarrollo, en el que el proyecto quedó como prioritario, se reactivara la tarea que hoy es un convenio que mantiene la llama encendida.
Hay que enfatizar en que Aerocafé es una prioridad para la región, por ser en el papel una solución a las restricciones de La Nubia y por tener la vocación de nuevo polo de desarrollo regional para Caldas, el Eje Cafetero y el occidente del país. Hoy el panorama se ve despejado y ojalá se mantenga así en lo que resta de estructuración y posterior ejecución de las obras, que el uso de los recursos sea totalmente transparente, que la calidad de los trabajos sea la mejor y que en el futuro los caldenses nos podamos sentir orgullosos del esfuerzo de hoy. Tenemos que aspirar a que su ejecución sea referente de buen uso del dinero público, de eficiencia, seriedad técnica, resultados óptimos, rigurosidad y profesionalismo.
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