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Para el próximo 3 de diciembre está previsto el arranque de las obras de construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Manizales, en el sector de Los Cámbulos. El pasado 10 de noviembre se firmó de manera oficial el contrato con la empresa mexicana Fypasa Construcciones, ganadora de la licitación internacional que, por fin, después de tres intentos fallidos fue adjudicada. El costo final de la obra será de $133 mil 29 millones (47,26% de los recursos los aporta la Nación), de acuerdo con lo que reza el contrato, y hay el compromiso del contratista de que no se requerirán adiciones para la ejecución del proyecto.
Pese a que se han hecho críticas acerca de la responsabilidad de la empresa mexicana para concretar esta iniciativa ambiental, la presencia en Manizales del director general de Fypasa Construcciones, Luis Alfonso Camarena Larriva, y del fundador de esa empresa, Francisco Chozas, envía un mensaje de confianza acerca de que se cumplirán los cronogramas y la calidad de las obras, y que no surgirán sobrecostos en el camino. Sin duda, hay que estar atentos a la construcción de la PTAR, porque son muchas las quejas acerca de otros proyectos liderados por esa compañía, especialmente en México, los cuales han tenido problemas de diversa índole.
Frente al proyecto que comenzarán en la capital caldense, y tomando en cuenta que aceptaron la cifra ofrecida sin exigir ajustes en el precio, han surgido dudas acerca de si en los costos tuvieron en cuenta asuntos de coyuntura como el dólar elevado, los sobrecostos del hierro y el acero, e impuestos como el IVA. La respuesta a esas inquietudes fue directa: todo fue analizado y los valores acordados son suficientes para tener terminada la mano de obra en 27 meses, como está previsto, más el acompañamiento adicional de 10 meses para dar garantía de funcionamiento.
El gerente de Aguas de Manizales, Ómar Eliud Nova, asegure que se tiene toda la certeza técnica y financiera, y que el proyecto no tendrá tropiezos, y que además se cuenta con el respaldo total del Gobierno Nacional y de la banca internacional (KFW de Alemania) que ayudará a financiar la ejecución de las obras. Esperamos que dichas afirmaciones no tengan que ser corregidas más adelante y que, evidentemente, podamos decir más adelante que la espera que sufrió el proyecto valió la pena.
Como lo hemos manifestado ya en varias ocasiones, se requiere que cuando antes empiecen las obras de construcción y que muy pronto empiecen a ser descontaminadas las aguas del río Chinchiná. Tenemos que ser conscientes de la gravedad de los vertimientos contaminantes que van a parar a esa fuente hídrica, y la urgente necesidad de empezar a recuperar esas aguas, como una manera de corregir los daños ambientales que se han cometido.

Adicionalmente, tenemos la responsabilidad de conformar una sólida veeduría que haga un seguimiento permanente al desarrollo de la construcción, garantizar así que no solo se cumplan los cronogramas sino también la calidad en los resultados. Más que criticar, los manizaleños tenemos ahora la responsabilidad de ser veedores permanentes, interventores directos de lo que se hará en Los Cámbulos.