Debido a que los contagios diarios van en incremento, lo mismo que la ocupación de las unidades de cuidado intensivo y los fallecimientos de personas con covid-19, el Gobierno nacional decidió restringir la movilidad en distintas regiones de Colombia, entre las que se encuentra Manizales, al lado de Bogotá, Armenia, Tunja, Barranquilla, Montería, Leticia y Pereira. Los casos de Medellín, Cali, Santa Marta y Barranquilla son aún más preocupantes. Aunque el Ejecutivo habla de recomendaciones, es evidente que las autoridades territoriales deben tomar decisiones, para poder mantener el control de la situación.
Desde la Presidencia de la República se sugirió que a partir de las cero horas de ayer lunes, 5 de abril, y hasta las cero horas del próximo lunes 19 de abril se apliquen medidas de pico y cédula y toques de queda, de acuerdo con la velocidad con la que la pandemia avanza hacia su tercer pico. En el caso de Manizales, la Administración municipal decidió anoche las determinaciones en este sentido.
Hay temor bien fundado acerca del incremento de casos que se tendría en las próximas semanas, como efecto de la tendencia que viene desde mediados del mes pasado y por la Semana Santa, que si bien no tuvo las aglomeraciones tradicionales en centros religiosos y lugares turísticos, sí representó el rompimiento e irrespeto de los protocolos de bioseguridad en diferentes lugares de Colombia, lo que hará que los contagios se expandan rápidamente.
Ya hemos visto cómo en países europeos en los que se dieron pasos de regreso a la normalidad, luego de que comenzó un proceso masivo de aplicación de vacunas, el coronavirus siguió extendiéndose de manera peligrosa, hasta llegar de nuevo a poner en jaque los sistemas de salud. De la misma manera, países de América Latina, como Chile, que hasta hace poco era considerado modelo en vacunación, hoy está en estado de emergencia crítica por el rápido avance de contagios y saturación en las UCI.
Hasta el momento, además de los procedimientos farmacológicos, los que mejor funcionan son los de bioseguridad, para poder contener el avance de la enfermedad. Sin embargo, estas restricciones siempre tienen impacto negativo en la economía, lo que se traduce en pérdidas de puestos de trabajo y crisis económica y social. Por eso, lo clave es que haya conductas fuertes de autocuidado, que todos velemos por la protección propia y de familiares y que no nos expongamos al contagio.
Ya en Manizales algunas universidades tomaron la determinación de privilegiar las clases a distancia y evitar la presencialidad, por lo menos durante las próximas dos semanas, y desde la Gobernación de Caldas se habla de darle más fuerza al teletrabajo. Son opciones importantes, pero lo vital sería que todos actuáramos con responsabilidad sin tener que poner en riesgo los pasos dados hacia la reactivación. El hecho de que un municipio caldense como La Merced no tenga hasta ahora una sola persona fallecida por covid-19 demuestra que es posible frenar la pandemia y sus malos efectos.
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