Un alcalde sintonizado con prioridades

Que en contratación de obras sea totalmente transparente evitando la contratación directa, que se comprometa con la movilidad asumiendo de manera seria el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) en el que los cables aéreos estén incluidos, que aplique estrategias que ataquen la violencia estructural y el fenómeno criminal en la ciudad, que logre reducir los homicidios por intolerancia y encuentre soluciones para evitar los suicidios, que le saque todo el jugo al fortalecimiento que el Gobierno Nacional pretende darle a la llamada economía naranja, que le dé mayor importancia a los sistemas de transporte alternativos y que piense en las necesidades de la población de la tercera edad.  
Los anteriores son algunos de los aspectos señalados por 11 expertos en distintos temas, para referirse al perfil del alcalde que se necesita para Manizales. Las personas consultadas tienen conocimientos específicos profundos en materia de infraestructura, seguridad, cultura, movilidad, educación, economía, deportes, salud, comunidad y urbanismo, entre otros. Esta descripción resulta útil para que los ciudadanos empiecen a reflexionar acerca de la persona que resultará elegida en octubre próximo para dirigir la Administración Municipal entre el 1 de enero del 2020 y el 31 de diciembre del 2023.
De acuerdo con lo señalado por los expertos, el mandatario que resulte elegido también debería esforzarse para que lleguen nuevas inversiones que dinamicen la industria, el comercio y que generen empleo; que también piense en conectar a Manizales de mejor manera con vías transversales; que se preocupe por dotar de mejor manera escuelas y colegios públicos en búsqueda de una mayor calidad, y así lograr que la ciudad se consolide en estándares educativos por encima de los nacionales y acercarse a los internacionales. De la misma manera trabajar para que se avance para que los egresados del sistema educativo tengan mayor sintonía con las necesidades del mercado. 
El alcalde que llegue deberá comprometerse para que Manizales sobresalga en la organización de los Juegos Deportivos Nacionales del 2023, y que se empeñe en tener más y mejores escenarios deportivos al servicio de la comunidad. De igual forma que aplique una política cultural que sea transversal al desarrollo de la ciudad, y se preocupe por la protección ambiental para que el agua nunca esté en riesgo y que los problemas con el ruido y la calidad del aire sean enfrentados con determinación. 
El perfil del nuevo alcalde también está configurado por temáticas de salud. Que saque adelante al hospital general San Isidro y se empeñe en lograr que lleguen nuevas instituciones de salud que presten servicios que hoy no se consiguen en la ciudad. En ese mismo sentido, resulta vital que tenga conciencia de la cada vez mayor población de la tercera edad que tenemos e impulse programas en beneficio de esta franja demográfica. La intervención de andenes para hacerlos más amigables para quienes caminan por allí es algo fundamental, lo mismo que programas de salud y recreación que sean afines para estas personas. En fin, se necesita un alcalde que escuche más a las comunidades y trabaje de la mano con ellas.

Al margen de este perfil, y enfocándonos más en la campaña que se lleva a cabo, resulta inquietante que algunos de quienes quieren llegar a cargos de liderazgo público irrespeten normas con respecto a publicidad política. Pareciera que cuando se refiere a recolección de firmas o consultas interpartidistas hay autorización legal para ejecutar tal promoción, pero no para promover encuestas. Como sea, hay grises y vacíos en las normas que deberían ser analizados a fondo por las autoridades electorales y dar claridades suficientes que eviten extralimitaciones. Adicionalmente, como ciudadanos debiéramos exigir que cualquier mecanismo de escogencia que se use tenga como transformo acuerdos programáticos, y que no solo se limiten a la efectividad electoral.