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Hoy se termina el contrato con la Universidad del Atlántico para la escogencia de nuevo contralor de Caldas, para el periodo 2022-2025. Tras un tortuoso proceso, cundido de tutelas y toda clase de recursos jurídicos de algunos participantes en el concurso por considerar que no se ha tenido suficiente claridad en las calificaciones, hay más dudas que certezas acerca de los resultados finales. El actual presidente de la Asamblea de Caldas, Mauricio Londoño, corporación que lidera el proceso de selección, asegura que no habrá prórroga del contrato.

¿Cómo será el desenlace de un asunto tan delicado? Eso es algo que apenas empezaremos a ver a partir de hoy, pero debe haber una reorientación que aporte claridades y corrija los distintos errores que se han cometido desde el mismo momento en que salió la convocatoria, a finales del año pasado, durante la presidencia de Óscar Alonso Vargas en la Asamblea, y empezaron a aparecer toda clase de obstáculos, al punto de que hoy muchos piden que se revise la evaluación de las hojas de vida y las calificaciones de las pruebas de conocimiento.

Es tan imbricado el panorama jurídico en el que hay tutelas sobre tutelas y hasta procesos de desacato en curso, que la posibilidad de que se logren claridades definitivas se percibe realmente lejana. El problema es que los resultados actuales, frente a los cuales se han planteado dudas, ponen en la terna a los aspirantes José Manuel Castellanos Correa, Andrés Felipe Quintero Valencia y Rubén Darío Nieto Cuervo, quienes difícilmente permitirán que se trate de hacer borrón y cuenta nueva. Ahora bien, también es muy diciente el silencio de la universidad ante las preguntas concretas hechas por este diario en una comunicación directa.

En medio de las complicadas versiones sin comprobación que circulan alrededor de lo que ha pasado con este proceso, donde hay señalamientos personales y políticos, y hasta de ética, el actual presidente de la Asamblea tiene una verdadera papa caliente en sus manos. Está, prácticamente, en una sin salida, pero debe hallar la llave que le devuelva la legitimidad al proceso y que conduzca lo más pronto posible a un resultado que permita volver a tener un contralor de Caldas en propiedad.

Evidentemente, en este tipo de concursos siempre se tendrán personas inconformes con las decisiones finales, y la posibilidad de que se dilate el avance hacia los resultados definitivos es alta. Para ello, según el Reglamento de la Asamblea, se cuenta con una Comisión de Acreditación Documental para revisar documentos y resolver dudas. Así, la responsabilidad de encontrar una salida caería en el expresidente de la Asamblea Óscar Alonso Vargas, el actual presidente de esa corporación, además de los diputados Carlos Serna (liberal), Manuel Correa y Andrés Chaparro (la U), quienes conforman dicha comisión.

Después de tantos tropiezos y tantas oscuridades, llegó el momento de destrabar la situación, pero sobre todo de limpiar cualquier posibilidad de manipulación maliciosa que se haya dado. Quien tiene la misión de cuidar el erario del departamento no puede cargar con sombras alrededor de su elección.