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Inficaldas desarrolla por estos días la presentación de la iniciativa que busca elaborar un plan parcial para los terrenos ocupados por el aeropuerto La Nubia, los cuales son de su propiedad. Será la Asamblea, sin embargo, la que le dará el visto bueno al convenio que se pretende suscribir con la Universidad Nacional, y previo a eso es fundamental que los caldenses conozcamos en qué consiste este proyecto, que debe estar armonizado con los parámetros establecidos por el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Manizales.

Ciertamente, es importante que desde ahora se piense en el destino que tendrá ese lugar de la ciudad, que tiene una extensión de 25 hectáreas, una vez sea habilitada la nueva pista del Aeropuerto del Café que se construye en Palestina (Caldas). Sería insensato e irresponsable quedarse esperando a que el nuevo aeropuerto empiece a funcionar para comenzar a pensar qué hacer con La Nubia. Por el contrario, deberíamos desarrollar más la prospectiva y el sentido de mirar con anticipación al futuro bajo mejores niveles de planificación.

Son innegables la experiencia y el conocimiento que tienen los expertos de la Universidad Nacional, por lo que debemos confiar en la seriedad del estudio que allí se realice para construir ese plan parcial. La orientación debe ser clara hacia el beneficio general de los caldenses y los manizaleños, y que con ambición de bienestar se logre generar un equilibrio en ese lugar en el que lo urbanístico, ambiental, paisajístico, comercial e inmobiliario tengan sus espacios bien distribuidos.

Escuchar las opiniones de la ciudadanía, tomar en cuenta los criterios topográficos, las condiciones geológicas, los estudios técnicos de detalle, y ser creativos en la concepción de ese plan será vital. Hay que pensar en lo que sea más conveniente para la región no solo en términos económicos, sino desde los puntos de vista social y ambiental; esta es sin duda una gran oportunidad para Manizales en muchos aspectos, y sería imperdonable que el beneficio sea para unos pocos.

Hay que tomar en cuenta que la ciudad cuenta con un déficit en áreas verdes que podrían mejorar considerablemente, si el plan parcial logra darle énfasis a este importante aspecto para el desarrollo integral de Manizales. Hay que pensar en términos de calidad de vida y mirar hacia el futuro con la ambición de lograr que la región sea más próspera. Para finales del 2023 se tendría listo el plan parcial, pocos meses antes de lo previsto para que Aerocafé funcione, si los cronogramas se cumplen.

Ahora bien, en otro aspecto, lo ideal habría sido que la pista actual de La Nubia pudiera seguirse utilizando, y una fórmula para eso podría ser una negociación con el Ministerio de Defensa para trasladar allí al Batallón Ayacucho, por ejemplo, y habilitar los actuales terrenos de la instalación militar para el desarrollo urbanístico de Manizales. No obstante, eso puede ser complejo. Debemos confiar en que el camino que se está construyendo sea el mejor para todos y que el tiempo nos diga que valió la pena ejecutar los cambios en los que trabaja la región.