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La sostenibilidad ambiental no puede seguir siendo el “coco” de Caldas. Somos un departamento con 27 municipios, cada uno con territorios de gran riqueza en recursos naturales, en la ruralidad e incluso en las propias cabeceras urbanas y en las ciudades los encontramos. Lo ambiental es un área que ya debería estar muy bien estructurada y ser parte de lo que más nos destaque en el contexto nacional; además, por las experiencias y aprendizajes que se han adquirido en ello, muchas veces producto de la ocurrencia de tragedias que no son pocas en esta zona, deberían ser suficientes motivos como para estar bien posicionados.
Sin embargo, el Índice Departamental de Competitividad (IDC), que realizan la Universidad del Rosario y el Consejo Privado de Competitividad, ubica la sostenibilidad ambiental como el pilar con menor puntaje en Caldas de los 13 que mide para establecerlo según su progreso y desarrollo socioeconómico. Evalúa lo que está sucediendo en 33 territorios de Colombia y aunque Caldas se ubicó en la posición 7 de la medición general, que no es negativa, haber bajado dos puestos en un año, al mismo lugar en el que se encontraba hace dos, debe intranquilizar a todos los sectores.
Los primeros llamados a revisar qué es lo que puede estar pasando y determinar las dificultades que se están dando para mejorar en sostenibilidad ambiental, además de la Gobernación y las alcaldías a través de sus despachos, es la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas), como primera autoridad ambiental del departamento, desde donde con todo su recurso humano de profesionales deberían estar surtiendo ya estrategias para avanzar en este indicador en el que se alcanzó un puntaje de 4,27 sobre 10 y que lleva a Caldas a ocupar puestos bajos, el 28 en esta área entre las 33 regiones del país.
Mucho de esto tendrá que ver, como lo plantea el IDC, con pilares como los negocios verdes, en lo que Caldas ocupó la posición 26, siendo actividades económicas que pueden ofertar bienes y servicios para generar impactos ambientales positivos. La ausencia de prácticas como el reciclaje, en todo el departamento, puede estar pasando ya cuenta de cobro; pero también hay que tener en cuenta otras como la reducción de residuos, el uso de energías renovables, la reducción de contaminantes en lo que tampoco hay muchos logros.

No puede ser posible que en un departamento con tanta riqueza hídrica, una oportunidad de mejora en competitividad que le esté planteando este IDC sea para un uso eficiente del agua, en lo cual obtuvo una puntuación de 3,83. Tener mucho no puede ser razón para derrochar este recurso; lo que hay que hacer es protegerlo. El IDC señala de Caldas buenos desempeños en la gestión de la transformación digital, con la generación de entornos más competitivos para crear habilidades y formar el talento humano en tecnologías de la información y las comunicaciones; la educación superior y la formación para el trabajo, pero insiste en la gestión ambiental, a la que deben dirigirse las políticas y el trabajo integrado entre sectores público y privado, porque es una responsabilidad de todos.