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Durante tres años consecutivos, desde el 2021 hasta el 2023, se mantuvo que 74% de las personas se sintieran seguras en Manizales, según la Encuesta de Percepción Ciudadana Cómo Vamos; esta dimensión de seguridad tuvo su mejor concepto en el año 2020, cuando 81% de los encuestados lo percibían así. Sin embargo, este concepto se encuentra en riesgo en este 2024. Algo muy delicado tiene que estar sucediendo en la ciudad para que en el último mes y medio se hayan registrado por lo menos ocho muertes, en diferentes sectores, algunos en extrañas circunstancias, que las autoridades municipales no han podido esclarecer y siguen siendo materia de investigaciones.

Todos los homicidios han sido de hombres, pero cuatro cuerpos guardan una coincidencia: hallados en zonas boscosas urbanas y rurales. El primero fue en la vía a la vereda Gallinazo de Villamaría, con un disparo en la cara, tenía antecedentes por porte ilegal de armas y doble homicidio agravado; barrio Persia, estrangulado, lo intentaron quemar, al parecer para borrar huellas; reserva de Monteleón, apuñalado; vía vereda La Cabaña-Tres Puertas, con 24 puñaladas.

También hay que mencionar en este tiempo el cadáver hallado en la recta del Coliseo con varias puñaladas, de un habitante de calle que murió desangrado; un caso de sicariato en el barrio San Joaquín; un hombre, de Bogotá, que encontraron con ocho puñaladas en la bocatoma de Sancancio; y el más reciente, el miércoles sobre el andén del puente de Los Cámbulos, con un brazo amputado. Todos son casos escabrosos y poco frecuentes en este municipio. Lo que preocupa es que se empieza a detectar una transformación en la seguridad, para mal, cuyas causas es lo que deben identificar cuanto antes las autoridades para no permitir que entremos en la lista de ciudades inseguras.

La Secretaría del Interior (antes Gobierno) Municipal había anunciado el 24 de mayo que ese fin de semana la Policía y el CTI debían dar resultados contra estos homicidios, y los calificó de casos aislados. Además de indicar que a la ciudad llegaba una unidad urbana del Ejército (40 soldados), que se encargaría de asegurar las zonas en las que intervendrían la Policía y el CTI. Sin embargo, hasta hoy no hay información precisa de lo que puede estar sucediendo en Manizales. Si se trata de estructuras del microtráfico actuando en retaliación para proteger sus negocios ilícitos y mantener el poder, si son homicidios relacionados con otros grupos al margen de la ley, si es limpieza social o qué otras causas tienen y que la ciudadanía debe conocer.

No se trata de que las autoridades den resultados por darlos, por cumplir y así evitar presiones de la sociedad. Lo que se está pidiendo es claridad en los hechos, que es a lo que deben llegar los investigadores, y a partir de ahí la Alcaldía entre a tomar las medidas correctivas necesarias para garantizarle a una ciudad como Manizales que siga siendo segura, en sus barrios y veredas. No nos cansamos de decirlo, la seguridad es un activo de los pueblos, por eso los buscan para vivir en ellos y hacer inversiones. Por eso hay que cuidarla y mantenerla.