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El Departamento Nacional de Estadística (DANE) reportó que la variación mensual de precios a abril de este año fue de 0,78% y esto ubica el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anual en 12,82% que aunque sigue presionando la inflación, comparado con el mismo periodo del año pasado significa una tendencia hacia el descenso y podrá comenzar a aliviar el aporreado bolsillo de los hogares de todos los estratos. Se empiezan a beneficiar en especial a las personas ubicadas en sectores pobres y vulnerables. Para todos los que adquirimos bienes y servicios ha sido complicado tratar de comprar lo mismo que se acostumbra o priorizar productos de primera necesidad, con menos poder adquisitivo.
La leve desaceleración sucede después de una presión alcista mundial que venía desde el 2020, motivada por la pandemia de la covid-19, luego la guerra Rusia-Ucrania que elevó sustancialmente los precios internacionales de alimentos e insumos agrícolas, y en Colombia hay que adicionar los paros, el estallido social y las presiones por el cambio de Gobierno el año pasado. Por eso, esta tendencia se ve como el comienzo de una mejora en la economía. Análisis del DANE indican que en el país los cinco primeros meses del año son los que tienen mayor crecimiento de precios, especialmente enero y febrero, que es cuando los colombianos sienten más las alzas y el golpe en su economía, y al terminar el año esto se refleja en la mayor parte de la inflación.
El DANE también afirma que para el segundo semestre del año el IPC es más controlado y ahí los rubros que integran la canasta familiar no presionan tanto, a no ser que se presenten situaciones excepcionales que marquen la economía como ha sucedido en los tres últimos años. Importante que el rubro de los alimentos, que ha mantenido la alta presión inflacionaria en el país desde enero, para abril bajó de 1,25% a 0,78% en el comparativo interanual. Entre lo que más variación mensual tuvo aparecen las bebidas bebidas alcohólicas y el tabaco (1,43%); transporte (1,28%); arrendamientos y servicios públicos (1,15%). La buena noticia es que alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo una variación negativa, traía las presiones más altas y en abril se ubicó en -0,07%
En Manizales, en abril de este año, la inflación llegó a 0,66% un descenso de 0,52 puntos frente al mismo mes del 2022 cuando fue de 1,18%. Los bienes y servicios que más presionaron en la ciudad fueron salud, alimentos y bebidas no alcohólicas, restaurantes y hoteles, y bienes y servicios diversos. Aunque esta capital, igual que en el país, también tuvo una tasa de inflación anual más alta que el año pasado, pasando de 9,07% a 12,57% está entre las ocho ciudades con menores indicadores. La de inflación más alta fue Cúcuta, que superó el promedio nacional. Aunque en el país aún no se llega a la meta del 3% de inflación que se fijó el Banco de la República, bajar por lo menos un punto porcentual entre un año y otro ratifica que se está empezando a tocar el esperado techo.

Reducir la inflación lleva a disminuir la incertidumbre y a incentivar la inversión; pero no es la única variable económica que llevará a tranquilizar los mercados. Hay que tener en cuenta que para los sectores de la producción nacional continúan los problemas de suministro de materias primas, relacionados con la escasez, la demora en las importaciones, la poca oferta de contenedores para el transporte de bienes y obviamente los altos precios. Así las cosas, el Gobierno y el emisor deben seguir apuntándoles a medidas para mantener la desaceleración y llegar a un máximo del 9% a finales de este año como lo han planteado economistas.