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Hay que hacer todos los esfuerzos que se requieran para que el Hospital Infantil retome su capacidad operativa completa, fue creado con el rigor académico y científico de destacados profesionales de la Medicina, que lo posicionaron como el mejor de esta parte del país y lo convirtieron en un activo de ciudad y de región.
Es muy lamentable el cierre de más servicios de salud en Manizales, una ciudad que fue líder y referente de la atención pediátrica a través de varios de sus hospitales y clínicas, pero que debido a la crisis del sistema de salud nacional se han visto abocados a disminuir camas, médicos especialistas, personal asistencial y equipos. Es la situación que enfrenta el Hospital Infantil Rafael Henao Toro de la Cruz Roja Caldas al tener que reducir su capacidad en 18 camas, 15 de hospitalización y 3 de cuidado intensivo, porque a pesar de los esfuerzos de sus directivas para mantener toda la operación abierta no han logrado conseguir los recursos suficientes que lo permitan.
Queda con 51 camas pediátricas, 45 de hospitalización y 6 de cuidado intensivo, que no son las suficientes para seguir cubriendo la demanda en salud de Manizales, pero además la de todo el departamento de Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima y norte del Valle del Cauca desde donde llegan los menores de edad remitidos por la especialización que ha logrado este Hospital de la Cruz Roja, que también tuvo que cerrar servicios a pacientes de la Nueva EPS por la falta de pago de una deuda que llega a los $18 mil millones.
Son medidas extremas, sin dudarlo, pero que se entienden desde lo corporativo como única tabla de salvación y la más responsable para mantenerse abierto, porque la debacle sería continuar con la misma carga sin recibir los recursos suficientes para funcionar en todos los servicios. Lo comprometedor de toda esta situación es que los que saldrán más afectados serán los usuarios, con el agravante de que se trata del servicio de salud especializado para niñas, niños y adolescentes, que en nuestra legislación son sujetos de protección especial por ser población vulnerable.
Las autoridades departamentales y locales, pero sobre todo las del nivel nacional a través del Ministerio de Salud y de la Superintendencia Nacional de Salud, deben hacer algo con urgencia porque la crisis está impidiendo la prestación de los servicios. Como lo advierte la directora de la Territorial de Salud, Natalia Castaño, “no es la única institución que ha cerrado sus puertas a la atención de la población”. Ya otras instituciones han disminuido o han acabado con los servicios de pediatría, lo que no debería estar sucediendo si se tienen en cuenta la reducción de las tasas de natalidad en Caldas y en todo el país, por lo que se debería estar es cuidando especialmente y garantizando la adecuada cobertura de salud para niños, niñas y adolescentes.

Hay que hacer todos los esfuerzos que se requieran para que el Hospital Infantil retome su capacidad operativa completa, fue creado con el rigor académico y científico de destacados profesionales de la Medicina, que lo posicionaron como el mejor de esta parte del país y lo convirtieron en un activo de ciudad y de región que no se puede dejar perder. Ojalá que el Gobierno Petro se decida a ejecutar las acciones necesarias con las EPS, girándoles los recursos para que el sistema funcione y desista de su intento de estatizar la salud, lo que llevaría al cierre total de hospitales como el Infantil.