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Solo 45 días, en el periodo más corto de la historia para un primer ministro en el Reino Unido, duró la presencia de la conservadora Liz Truss en ese cargo, el cual se volvió insostenible tras el rechazo a su plan económico. Fueron mes y medio de turbulencias, que siguieron a las no menos agitadas aguas que debió sortear su antecesor, Boris Jhonson, expulsado luego de que sus numerosos escándalos no dejaron otro camino.
Lo paradójico es que ahora Jhonson vuelve a sonar para regresar al cargo de primer ministro, lo que ya evidencia los problemas de liderazgo por los que pasan los conservadores, que de acuerdo con las reglas del régimen parlamentario que se tiene allí, debe estar al frente hasta el 2025. Todo esto demuestra la enorme inestabilidad por la que pasa la política en el Reino Unido, donde no se descarta que una vez posesionado el sucesor de Truss se llame a elecciones generales, como ya lo hicieron en el pasado Theresa May y el mismo Jhonson, para ratificar sus mandatos.
Lo legalmente establecido allí es que las elecciones generales se hagan cada cinco años, y las anteriores se realizaron en el 2019, pero ante el convulso panorama político cualquier cosa puede pasar. Todo depende del nuevo líder que sea elegido y de su capacidad para calmar las aguas. Por ahora, los conservadores, que tienen mayoría en el Parlamento, con 357 escaños, tienen el derecho de escoger al primer ministro, lo que seguramente lograrán sin mayores problemas. Esto es algo que debe ocurrir la próxima semana.
Quien sea que se convierta en el nuevo líder conservador no podrá cometer el error de Truss de querer hacer un fuerte revolcón económico como el que ella planteó y que la empujó a su salida, como consecuencias del pánico generado en los mercados financieros, lo cual hizo que la libra esterlina se hundiera a un mínimo de 37 años frente al dólar. Fue una radical apuesta para revivir la economía de ese país, como respuesta a las consecuencias negativas del Brexit, que salió al contrario de lo que se esperaba y que descuadernó el estable sistema político que ha caracterizado a ese país.
Quien llegue al cargo próximamente tendrá que cuidarse de no caer en errores similares, porque ahí estarán el Partido Laborista (principal fuerza de oposición), los Demócratas Liberales y el Partido Nacionalista de Escocia para seguir exigiendo que se anticipen las elecciones generales. Lo ocurrido con Truss es un nuevo golpe que se le suma al malestar por el que atraviesa la economía mundial, al borde de una recesión, al ser el Reino Unido un protagonista de primera línea.

 En medio de un panorama de inflación desbordada en todas partes, con un conflicto en Ucrania que se profundiza y la cada vez más cercana recesión, una situación como la que viven los británicos agregan ingredientes de inestabilidad que podrían ampliar los problemas, no solo para la Libra Esterlina, sino para el mundo en general. Aunque estemos en Colombia, supuestamente, lejos de esa situación, las repercusiones negativas para nosotros son innegables.