Contar con un proyecto de veeduría ciudadana que haga énfasis en los datos en tiempos en los que la opinión monda y lironda se impone, debe verse como lo que es, una fortaleza para la democracia. Medirse mejora el ejercicio de rendición de cuentas que en Colombia existe de manera obligatoria para las entidades públicas, pero que realmente carece de ese necesario instrumento que en inglés llaman acountability, que no implica solo contar lo que se está haciendo, sino la obligación de ejercer el ejercicio público de manera transparente y eficiente.
Los Cómo Vamos son el mejor indicador de una ciudad que quiere tomar decisiones con base en la información más confiable. Se trata de una sumatoria de voluntades de diferentes entidades por visibilizar los indicadores de las ciudades que en ella se miden, para que puedan ser mejor administradas. Si las alcaldías de turno se distancian de las críticas que les puedan hacer es porque están perdiendo oportunidad para mejorar su ejercicio, porque de nada sirve una cantidad de indicadores que ayuden al ego del gobernante de turno, si no se impone el rigor técnico.
Esta semana Manizales Cómo Vamos presentó su batería de indicadores de la ciudad del 2024 y pone énfasis en esa realidad de la que tanto hablamos, pero para la que poco se hace en las decisiones públicas y de otras entidades, el rápido envejecimiento de la población. Ya hoy, al menos una de cada cinco personas en la ciudad supera los 60 años y en el próximo decenio esta proporción será de tres a uno. Esto quiere decir que la ciudad tiene que acelerar su mirada para beneficiar a quienes requieren algo más cercano a las ciudades lentas, sin descuidar que al mismo tiempo es una ciudad universitaria que capta jóvenes.
Otro elemento interesante y que vale la pena ser revisado justo en este trimestre de actividad cultural a raudales en Manizales, lo que es bueno, es la falta de rigor técnico que tienen las entidades encargadas de promover tales actividades para contar con indicadores confiables. Se calculan asistencias al bulto, se carece de curadurías que permitan valorar la calidad de los eventos frente a los apoyos recibidos, no contamos con propuestas consistentes de formación de públicos, entre otros. Y cada año se dice lo mismo y poco se hace para responder a esta situación.
Manizales, medida frente a otras ciudades similares, está muy bien en la mayoría de indicadores, pero es tiempo de que se mida también con los mejores vivideros del continente y del mundo, ahora que fue reconocida por ONU Hábitat Latam, como la Mejor Ciudad para la Vida en Latinoamérica, la obliga más. Por eso, es importante que desde el Consejo de Gobierno local se estudien las cifras de Manizales Cómo Vamos con ánimo dialogante, con deseos de construir una mejor ciudad para todos.
Y cómo nos gustaría que tuvieras Área Metropolitana Cómo Vamos o La Dorada o Pensilvania o Belalcázar, un plus más que necesario en municipios pequeños donde ejercer la veeduría es mal visto por quienes ejercen el poder, no como una oportunidad de mejora. Podríamos pensar en lograrlo. Ya habrá tiempo de detallar todas las cifras que trae este informe.