La fijación del calendario electoral en Colombia que hizo la Registraduría Nacional significa el arranque de lo que será la primera vuelta para elegir presidente y vicepresidente de la República. Esto ocurrirá exactamente en un año. En el sonajero de los hoy precandidatos se cuentan un poco más de 50 personas que han mostrado interés en postularse, algunos que irán en representación de partidos y grupos políticos y otros que definitivamente quieren apartarse de esta figura y avalarse por el mecanismo de recolección de firmas.
Para estos últimos, el calendario electoral se abre a partir de hoy con la inscripción de Grupos Significativos de Ciudadanos; además del registro de los movimientos sociales y comités promotores del voto en blanco, que se convierte en una especie de candidato y para el que también deben reunir estos apoyos. Los comités inscriptores tendrán hasta el 17 de diciembre para presentar en las registradurías del país el número de firmas exigidas, que es el 3% de los votos válidos de la última elección; es decir, la del 2022 cuando se alcanzaron en Colombia 22 millones 687 mil 910 votos y fue elegido presidente Gustavo Petro. Cada candidato requerirá entonces como mínimo 680 mil 637 firmas válidas.
Hoy también queda abierta la inscripción de ciudadanos para votar, debido a cambio de domicilio o residencia, un proceso que se podrá hacer igualmente en todas las registradurías del territorio nacional. Quien se mantenga en el mismo sitio no tendrá que diligenciar este trámite y seguirá votando en el lugar donde tiene inscrita su cédula. Se espera que para ese 31 de mayo del 2026 todos los colombianos habilitados asistan a los puestos de votación que la autoridad electoral dispondrá en el territorio nacional y ejerzan su derecho para elegir a quien consideren debe asumir las riendas del país a partir del 7 de agosto del 2026, para un periodo de cuatro años. Reducir el porcentaje de abstención debe ser una meta de país. Toda elección es un proceso muy costoso, que demanda recursos públicos y logística. Sería una lástima que sean comicios de poca afluencia de votantes.
Muy seguramente la baraja de candidatos se irá depurando pronto. Los partidos tendrán que hacer el tamizaje propio de sus colectividades o ir a consultas internas o interpartidistas para reducir el número de aspirantes, permitiendo que los votantes puedan tener mayor conocimiento de lo que les están proponiendo y un manejo más comprensible de las tarjetas electorales. Es democrático abrir la participación a todo colombiano que cumpla los requisitos para ser elegido en estos cargos, pero está demostrado que tener que votar entre tantas opciones induce fácilmente a cometer errores.
También será esencial que para el 31 de enero, fecha en la que pueden comenzar oficialmente las campañas presidenciales, cada una se pueda hacer libremente, sin presiones, ni amenazas de grupos violentos que buscan generar caos, y en eso el Estado tiene la mayor responsabilidad. Abogamos porque sean también campañas transparentes, éticas, honestas, cumplidoras de las normas electorales, incluso desde ahora cuando muchos están preparando el terreno para lo que vendrá el próximo año. Se saldrá a votar por el futuro de Colombia.
