No se pueden volver eternas las gestiones administrativas en Caldas para desempantanar cuatro proyectos de infraestructura vial en el departamento, que contrató el exgobernador Luis Carlos Velásquez entre los años 2022 y 2023 y heredó el actual gobernador, Henry Gutiérrez. Nos estamos refiriendo a la pavimentación del tramo Riosucio (Caldas)-Jardín (Antioquia) y al trayecto entre los corregimientos Berlín y Florencia de Samaná que corresponden a las Vías del Hermanamiento; también a la rehabilitación del tramo Termales-Acuaparque en la vereda Gallinazo de Villamaría y a la construcción de unos 450 metros de vía en el sector de Ternium, que conduce a Gallinazo.
Todos estos puntos hoy son vergonzosos epicentros de obras inacabadas por el incumplimiento de quienes fueron sus contratistas. Ya son años de demora frente a lo que debió ser una entrega oportuna de cada uno de estos proyectos y puestos efectivamente al servicio de la ciudadanía. También hay que llamar la atención porque hubo y ha habido laxitud de la Gobernación al concederles a los contratistas tantas prórrogas sin recibir al menos adelantos que garantizaran la conclusión de los trabajos. Por eso consideramos que no se pueden seguir dando más largas, y hoy estos contratos en procesos administrativos y jurídicos para sancionar y liquidar deben ser agilizados para volver a abrir licitaciones.
La gravedad del proceder de los que fueron escogidos para la ejecución de las obras, que nunca concluyeron, radica primero en la obligación legal que tenían de gestionar y administrar correctamente los recursos públicos que se les pagó para conseguir un objeto específico, y claramente la ley dice que en casos de incumplimiento de estas responsabilidades pueden ser sujetos de sanciones que incluyen la suspensión del contrato, la pérdida de la garantía y la obligación de restituir los fondos girados. Si otros proyectos viales y de infraestructura en Caldas se pudieron concluir durante estos años, ¿por qué estos cuatro no?
Gravosa también la afectación que durante tanto tiempo han tenido que padecer las comunidades caldenses asentadas en los alrededores, y en municipios y departamentos vecinos que esperaban estas vías para mejorar la comunicación. Las necesitan miles de personas para el desarrollo normal de actividades económicas y sociales, entre las que se encuentran las productivas, de salud, educativas, de turismo. No se les puede pedir más paciencia. Lo que deben venir son efectivas gestiones administrativas para reiniciar cuanto antes los trabajos y entregar estos trayectos en buenas condiciones carreteables.
El Gobernador, Henry Gutiérrez, y su secretario de Infraestructura, Jorge Ricardo Gutiérrez, no deben escatimar esfuerzos en personal ni en acciones que se requieran para darle agilidad a los procesos de reactivación de estos cuatro proyectos. Por las Vías del Hermanamiento ya se completaron 2 años y 9 meses de espera desde que se adjudicó el contrato el 14 de septiembre del 2022, y en Termales-Acuaparque y vía en el sector de Ternium 2 años y 5 meses desde que se adjudicó el contrato el 19 de enero del 2023. Deben escuchar también a las veedurías ciudadanas, que están indicando que en lo poco construido de la vía Riosucio-Jardín ya hay tramos con un deterioro sustancial en el asfalto que empiezan a comprometer la calzada.
