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Ya son 30 años desde cuando la Unesco dispuso que cada 3 de mayo se celebre el Día Mundial de la Libertad de Prensa, esto en Chile, donde de nuevo esta semana organizaciones internacionales y nacionales defensoras de este derecho firmaron la Declaración de Santiago+30 para ratificar su compromiso con una prensa libre. Ahora, se incluyen los nuevos desafíos que representan para la prensa fenómenos como la Inteligencia Artificial o la desinformación, con los que ya se convive. En todo caso, se mantiene la necesidad de instar a los gobiernos a que protejan a sus periodistas y mantengan un clima propicio para la libertad de expresión.

¿La libertad de prensa para qué? Una comunidad bien informada es una sociedad capaz de tomar decisiones con sentido del bien común. El problema es que, según el Foro Económico Mundial, una de las mayores amenazas a la democracia hoy está atravesada por la desinformación y esta se ha dado no solo por la aparición de nuevos medios de comunicación, blogueros, influenciadores y otras especies, sino por la peor de sus formas, los populistas en el poder que encuentran en los medios de comunicación y en los periodistas la mejor excusa para señalar enemigos y tratar de mostrarse como víctimas.

En Colombia, este año ya van dos periodistas asesinados por razones de su oficio, y un tercero, que fungía más como líder social. Es un momento muy difícil para ejercer la función de informar, pues a los hostigamientos de mandatarios locales y nacionales, se suman las agresiones y amenazas, 54 según la Fundación para la Libertad de Prensa este año, lo cual muestra un clima muy difícil para poder ejercer una profesión necesaria para controlar el poder. Sin prensa en Colombia no se habrían conocido la mayoría de los escándalos de los corruptos, que no tienen distinción política, lo que muestra una prensa valerosa y cumplidora de su deber de contar la verdad por encima de ideologías, a pesar de lo que crean quienes se encuentran en el poder y batan sus odios contra el periodismo.

La libertad de prensa es un derecho fundamental sobre el cual se edifica la democracia. Aunque tiene limitaciones, estas están dadas para quienes abusen de ese derecho, pero no para impedir la libre circulación de las ideas, lo que a veces parecen querer algunos gobernantes. El valor supremo de la libertad de expresión está dado al defender la posibilidad de que aquel que piensa diferente a mí pueda expresarse en igualdad de condiciones. Qué bueno que se pudiera cumplir.

Nunca antes se ha hecho un periodismo de tan alta calidad y rigor como el que se produce hoy en el mundo, pero ese mismo es el que incomoda. No es contratando a amigos influencers y poniendo al servicio de los gobernantes los canales institucionales de difusión como se cuida la libertad de prensa, es siendo transparentes y respondiendo a los señalamientos con claridad, no defendiéndose con ataques. Queremos una Colombia donde se proteja a los periodistas y su derecho a interpelar el poder. Que sirva este día para tenerlo presente.