El lunes comenzó como un día tranquilo y terminó como una tormenta política de carácter internacional que aún no cede. El anuncio de Estados Unidos de que descertificaba a Colombia era esperable, pero había una postura optimista de muchos, de que podría llegar algún tipo de advertencia; sin embargo, dentro del escenario difícil que esto resulta, las comunicaciones de la Casa Blanca parecen dejar en claro que con esta decisión estaban enviando más un mensaje al Gobierno nacional, al reconocer la cantidad de respaldos que tiene la lucha contra las drogas en Colombia. Luego vinieron las salidas en falso del presidente, que son poco convenientes.
El martes la noticia fue la condena que emitió la Jurisdicción Especial para la Paz contra siete miembros del Secretariado de las acogidas Farc al proceso de paz con el Gobierno colombiano y, como era de esperarse en año electoral y en un país dividido por la guerra, llovieron críticas contra lo que resulta ser una condena más simbólica que efectiva, para quienes cometieron secuestros que fueron realmente de lesa humanidad. Esto es resultado de esos acuerdos. Dos días después, como en un acto de compensación, los condenados fueron 12 militares del Batallón La Popa, también con penas alternativas. En ambos casos, los que pierden son la justicia y las víctimas. El problema de un país en guerra eterna.
Manizales amaneció el miércoles con la noticia de que hallaron enterrados los cuerpos del mayor de la Policía de Manizales Edward Fabián Vergara y de Gian Marco Roldán Ibarra, situación muy preocupante por tratarse de un delito no solo de alto impacto por ser un doble homicidio, sino porque se trata de un oficial de la Policía. El hecho resulta más gravoso, pues no hay claridad de por qué la Policía se demoró tanto en informar de la desaparición, algo que mantiene inquieta a la familia, que además expresó su indignación porque en declaraciones públicas del día anterior, el alcalde manifestó que el oficial se encontraba bien, igual que su amigo. Y luego los hechos demostraron lo contrario.
No fue una buena semana para la Policía de Caldas. El jueves, el presidente Petro en una visita que hizo a La Dorada con siete horas de retraso, la emprendió contra el comandante de Policía del municipio, porque cuando lo llamó en altavoz, este no estaba en el recinto. De la institución informaron que se encontraban en la parte externa los comandantes. No obstante, esta fue otra demostración del mandatario de que siempre busca responsables más allá, pues también habló de constituyente una vez más y de cómo no lo dejan gobernar.

El plano internacional, estuvo liderado por la visita de Estado del presidente Trump a Reino Unido, que tuvo mucho más de farándula y de críticas en ese país. No obstante, fue atendido a cuerpo de rey tanto por los monarcas como por el primer ministro, pero sin soluciones a la vista. Por su parte, el canciller alemán visitó España en un momento en que ese Gobierno reclama que cese la matanza en Gaza y la Unión Europea estudia sanciones más drásticas para Israel, pero este hace caso omiso y anuncia que arrasará ciudad de Gaza, por lo que las condiciones humanitarias ya complejas se agravan aun más. Es tiempo de cabeza fría y de buscar soluciones dialogadas a tantos males, pero las mentes calenturientas no dan espacio para ello.