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En lo que va del 2022 se reportan en Manizales 27 suicidios, lo que representa una tasa de 5,9 casos por cada 100 mil habitantes. Es un indicador bastante alto. El año pasado fue peor, ya que al cierre de septiembre fueron 30 casos, y si se mira hacia atrás las estadísticas son similares, con algunos altibajos. La dura realidad es que los problemas de salud mental en la región, y en la capital caldense, son graves y desde hace tiempo se necesita una intervención más profunda e integral para darles solución.
Son muchas las personas que en la región tienen dificultades para el manejo de las emociones y de los conflictos y, lastimosamente, sus casos no son identificados a tiempo o son menospreciados cuando esas personas manifiestan la intención de atentar contra su propia vida. La realidad es que desde los hogares es mucho lo que puede hacerse para prevenir estas muertes, así como también brindar más acompañamiento cuando aparecen las crisis amorosas o económicas, que se convierten en desencadenantes fatales.
De igual manera, es fundamental que en el sistema de salud sea más fácil y rápido acceder a las citas de psicología, trabajo social y psiquiatría para poder actuar a tiempo y así salvar vidas. La realidad es que en el sistema se le da prioridad a las atenciones que tienen que ver con la salud del cuerpo y no tanto a las relacionadas con la mente, y apenas se está tomando conciencia acerca de la importancia de poner la salud mental en el lugar que necesita y merece. Existen mitos alrededor de que es mejor no hablar del suicidio, por ejemplo, pero la realidad es que en estos casos no se pueden dar esperas y hablar con las personas acerca de su salud mental es lo básico.
Una de las razones para que haya ese desequilibrio en el sistema de salud, según la Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP), es que hay un déficit significativo de profesionales de la psiquiatría en el país, lo que no permite que haya una cobertura general, pero también se necesita que desde las instituciones de salud haya una política más clara al respecto, para que más profesionales se especialicen en ese campo.
Por lo pronto es importante que en la Secretaría de Salud de Manizales se tengan dos líneas para la atención psicológica gratuita (123, opción 3 o el móvil 320 5620449), que están disponibles las 24 horas 7 días a la semana. Sin embargo, falta más promoción de estas alternativas para la búsqueda de ayuda y que también haya un acceso más directo para algunos que requieran una urgencia. 
En una ciudad como la nuestra, con sus estadísticas en este sentido, resulta clave que se cuente con un gran equipo de psicólogos, trabajadores sociales, psiquiatras y toda una serie de programas consistentes, permanentes y fortalecidos de prevención del consumo de drogas y del suicidio y que actúen de manera pronta para atacar la depresión, la ansiedad, la bipolaridad y otros factores que podrían ser complicados, en un momento dado.  

Estos fenómenos no son exclusivos de Manizales, por lo que una estrategia integral de este tipo también debería llegar a todo Caldas. En esto, no obstante, es clave entender que lo primero es que desde las familias se lean las señales de alerta y se intervenga de la manera adecuada. Tener claro que cuando una persona se aísla, pierde el interés en actividades que antes le gustaban, rechazan amistades, lloran con frecuencia, usan diversos medios para enviar mensajes de despedida o manifiestan abiertamente no querer vivir más, es necesario actuar de inmediato.