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El tensionante momento político y social de Ecuador con seguridad trascenderá sus fronteras y llegará a nuestro territorio. Es el país de la Comunidad Andina (CAN) con el que Colombia tiene más intercambio comercial en importaciones y exportaciones, y los últimos hechos podrían detonar flujos migratorios como hemos visto en estos 13 años de larga crisis en Venezuela. El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, en medio de un juicio político que le abrieron en su contra por el presunto delito de peculado según la oposición, echó mano de una figura que contemplan las leyes ecuatorianas, tan desconocida como su nombre, la muerte cruzada. Se justifica la decisión en la grave crisis política y conmoción interna, como señala la Constitución de Ecuador desde el 2008, pero realmente lo que había era un choque de trenes entre el Ejecutivo y el Legislativo. Para algunos pudo ser una decisión exagerada. La muerte cruzada la puede decretar el presidente o la Asamblea Nacional para interrumpir el periodo de los congresistas, del jefe de Estado y su gabinete; además lleva a convocar elecciones anticipadas en un plazo máximo de siete días y que se deberán celebrar en un máximo de seis meses. Lasso puede gobernar mediante decretos. Lo curioso es que todos los que estén en sus cargos por primera vez pueden volver a poner sus nombres a consideración en esos comicios y ahí seguramente entrarán otra vez en disputa los mismos pesos políticos, círculo que se está disputando el poder hoy en Ecuador. Lasso intentará mejorar su imagen.
El anuncio hecho ayer a primera hora por Lasso dice que tiene la necesidad de un nuevo pacto político y social y ponerle fin a una confrontación inútil. Este país viene cercado desde el año pasado por inseguridad, narcotráfico y terrorismo, además las mayorías de su Asamblea, que son de oposición, buscan desestabilizar al Gobierno. Lasso, con dos años en la Presidencia, no ha podido sumar aliados y el trámite legislativo cada vez se le dificulta más, sumado a la fuerza política del expresidente Rafael Correa, que siendo prófugo de la justicia ecuatoriana y como líder asilado en Bélgica, le sigue respirando en la nuca al presidente. Tanto, que dijo que era ilegal la medida de la muerte cruzada.
Entre los primeros decretos que Lasso firmó ayer fue el de urgencia económica para reducir impuestos, y aunque reportó normalidad en la prestación de servicios públicos y de seguridad, y garantías para que el sector privado siga desarrollando sus actividades, esto no suspende las acusaciones en su contra de presunta corrupción en contratos de transporte de petróleo, por lo que lo juzgan. Él se ha declarado inocente. Sin embargo, la presión social continúa y ya hay anuncios de movilizaciones, en especial sectores indígenas representados en el Movimiento Pachakutik, segunda fuerza política en el Congreso ecuatoriano, que podría llevar a otro peligroso estallido social de los ecuatorianos.

Por todo este panorama es que se ven riesgos para Colombia. El sur del país, en territorio limítrofe con la frontera de Ecuador, forma parte de un corredor por donde grupos armados y al margen de la ley trafican con drogas y armas, y en un caldeado ambiente podría ser letal para ambos países. Se espera que las medidas tomadas en Ecuador por el presidente Lasso sirvan para mitigar la crisis y lleven a soluciones que satisfagan más en lo electoral a los ciudadanos. Perú depuso a su presidente por decisión del Congreso y desde entonces se sumió en una grave crisis que dejó por lo menos 50 muertos. Ojalá Ecuador logre evitar una situación similar.