Álvaro García Velásquez nació, se crió y se formó en Manizales, pero echó raíz en Chinchiná, municipio del Centrosur de Caldas al que ha aspirado en dos ocasiones a ser su alcalde -por el movimiento político Colombia Humana y por la coalición del Pacto Histórico-.

Álvaro es abogado de la Universidad de Caldas, especialista en derecho administrativo y laboral de la Universidad Externado de Colombia en Bogotá y candidato a magíster en derecho del trabajo también de la Universidad Externado.

Por el momento está en el camino a ser candidato a la Cámara de Representantes por Caldas. Su aspiración, comparte García, nace de una iniciativa colectiva de un grupo de trabajo en Chinchiná.

"Hemos liderado diferentes procesos. Por ejemplo, con el injusto incremento de los avaluos catastrales y el impuesto predial. Estoy a la espera que el Tribunal Administrativo de Caldas resuelva una medida provisional de suspensión del acuerdo del Concejo Municipal que reguló ese tema porque violó la ley. A partir de estos procesos, sociales y políticos que venimos ejerciendo desde hace más de 16 años el grupo tomó la decisión de presentar una candidatura a la cámara", expone Álvaro.

Va por la candidatura 

Por el momento Álvaro es precandidato. Él habla del proceso dentro de Colombia Humana para alcanzar esta posición: "El 23 de agosto hubo unos lamentables hechos de violencia contra un par de mujeres valiosas que hacen parte del movimiento. A raíz de eso nosotros presentamos unas impugnaciones que dieron resultado, por eso pudimos hacer la inscripción y, afortunadamente, los comités de ética tomaron decisiones y gente que propicio esa violencia terminó por fuera de la lista. Entonces hemos venido tratando de defender la legalidad de ese proceso".

Bajo este panorama, Álvaro espera por la consulta interpartidista que se llevará a cabo el próximo 26 de octubre. "Dependiendo del respaldo popular que tengan los seis candidatos que aspiramos a ocupar uno de los puestos de los cinco reglones que existen para la circunscripción de Caldas, se hará la definición de la lista a través del mecanismo de la elección popular", reconoce el abogado.

Así mismo, anota que han venido defendiendo la unidad del Pacto, porque es fundamental para garantizar la continuidad del proyecto político que inició en el año 2022, y añade: "Creemos firmemente que ese camino a la unidad se construye a partir del respeto a esas decisiones populares que veremos en el resultado del próximo 26 de octubre".

Propuestas

Álvaro García Velásquez, comparte:

• "Llevamos trabajando en defensa de los derechos de la ciudadanía sin nada, y de otros sectores del departamento de Caldas. Eso es un sello de garantía, de que en caso de que lleguemos vamos a seguir defendiendo a la comunidad de nuestro departamento.
• Caldas no es solo Manizales, a pesar de que Manizales es supremamente importante por ser la capital del departamento. Con esto que quiero poner de presente que en las subregiones merecen que la clase política de este departamento ponga los ojos en ellos, y por eso hemos diseñado unas propuestas:

1. Convertir a Caldas en un distrito universitario

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Hace muchos años se ha oído hablar de Manizales, distrito universitario, lo que permitiría traer recursos de la Nación para profundizar y desarrollar la educación pública superior en Manizales, pero nosotros creemos que al convertir a Caldas en distrito universitario, vamos a poder descentralizar la universidad y vamos a poder llevarla a los territorios.

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El Gobierno nacional ha adelantado unos pasos para llevar la universidad al Magdalena Medio, entregó bienes allá para la construcción de sedes universitarias en Aguadas, y en nuestra campaña en la alcaldía de Chinchiná propusimos crear la Universidad del Café entre Palestina y Chinchiná.

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Queremos descentralizar la universidad para poder llevarla a los territorios, para que los habitantes de los municipios puedan ir a la universidad sin tener que venir a Manizales, abaratando los costos de educación.

2. Integración regional

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Lo que se conoce como el viejo Caldas nunca debió separarse por una decisión política corta de visión, hace medio siglo. Nosotros creemos que debe integrarse verdaderamente la región cafetera, reconociendo las bondades que tiene el Quindío, Risaralda en la industria y el turismo, por supuesto, con Caldas como eje del conocimiento.

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Nos oponemos a la renovación de la Concesión IP Conexión Centro, que pretende sumir a Caldas en otros 30 años de peaje. En Chinchiná estamos rodeados por cinco peajes; Manizales está por tres o cuatro peajes que impiden el desarrollo y el crecimiento urbanístico hasta hacia esa zona. Nosotros, a diferencia de la clase política tradicional de Caldas, liderada por los señores Octavio Cardona, Juan Sebastián, Wilder Escobar y Juana Carolina, quienes enviaron una carta pidiendo que se le entregara de nuevo a los privados porque ellos creen en ese modelo privado.

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Nosotros creemos en el modelo público, por eso le vamos a decir con fuerza no a la concesión y lo que vamos a proponer es que como una medida de integración lo que debe hacerse es revisarse ese peaje de Tarapacá porque Caldas necesita una puerta de conexión con el sur de Colombia.

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Los empresarios en Manizales tienen el problema del peaje de Tarapacá y los peajes para sacar sus productos hacia Buenaventura. Tenemos un puerto cerca y eso nos parece que es anticompetitivo, por eso vamos a proponer que se revise eso, no renovando la concesión y exigiendo el fin de esos peajes, incluido el de Tarapacá.

3. Desarrollo del norte de Caldas

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El 25% de la producción agrícola de Caldas se desarrolla en el norte de nuestro departamento y nosotros vemos con suma preocupación que hoy no hay un corredor vial que conecte el oriente con el occidente de Caldas.

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Entre Manzanares y Marulanda hay una trocha en muy mal estado que impide la conectividad y eso es lo que genera ese atraso en el desarrollo económico de Caldas. Allá hay grandes productores de aguacate, café, pero también hay pequeñas y medianas familias que viven de esos cultivos y del cultivo del pancoger que necesitarían buenas vías para sacar sus productos y así competir.

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Queremos devolverle la grandeza económica a Caldas, que tal vez fue el departamento más rico de Colombia. En otra época tuvimos un cable que sacaba el café desde Manizales hasta el río Magdalena en La Dorada.

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Queremos impulsar es que en el norte de Caldas haya una vía férrea que conecte los corredores de oriente y occidente, y podamos generar riqueza a partir de la exportación de nuestros productos, pero también que podamos traer el turismo que hoy se convierte en uno de los renglones más importantes de la economía nacional.

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