Con diferentes apoyos y estrategias, Henry Gutiérrez logró convertirse en el gobernador de Caldas y Jorge Eduardo Rojas pudo llegar de nuevo a ser alcalde de Manizales.

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Con diferentes apoyos y estrategias, Henry Gutiérrez logró convertirse en el gobernador de Caldas y Jorge Eduardo Rojas pudo llegar de nuevo a ser alcalde de Manizales.

LA PATRIA | Manizales

"¿Quién soy yo para desmentir al presidente?". A manera de chiste respondió a LA PATRIA Radio el entonces gobernador electo, Henry Gutiérrez Ángel, cuando se le indicó que él hizo un esfuerzo en la campaña para distanciarse de Petro, pero este lo metió en el grupo de sus elegidos en las regiones, algo que quedó ratificado con la reunión que promovió el presidente con los electos afines a su grupo político una semana después de las elecciones de octubre.

En política una cosa se dice y otra se hace, ya es costumbre. El cuatrienio que terminó el pasado domingo, por ejemplo, se inició con un Centro Democrático declarado en la Asamblea de Caldas como partido de Gobierno, a pesar de que había tenido candidato propio a la Gobernación, Camilo Gaviria Gutiérrez, quien se quedó sin acompañamiento para ser la voz opositora en el departamento.

Los acuerdos políticos que llevaron a Luis Carlos Velásquez a la Gobernación en el 2019 se rompieron antes de tiempo, porque este se asumió como jefe político y decidió que mantendría las cuotas en su gabinete solo de aquellos que apoyaran a su candidato sucesor, Henry Gutiérrez, como si los acuerdos hubieran sido para ocho años, anotó un líder político afectado. Otra contradicción política sucedió en la Alcaldía de Manizales, a la que llegó en esas mismas elecciones Carlos Mario Marín con un discurso de transparencia, eficiencia administrativa, antinepotista y probidad, pero se va con resultados que lo ubican como el más cuestionado de los últimos mandatarios locales desde que se hacen mediciones y, eso sí, con una curul en el Congreso, la de su primo, Santiago Osorio; una en la nueva Asamblea, la de David Islén Ramírez, y con un concejal, Víctor Caicedo.

De los más de 70 mil votos obtenidos por Marín solo en Manizales hace cuatro años, su movimiento quedó reducido a poco más de 5 mil votos, los que obtuvo en la ciudad el integrante de su guardia pretoriana y ahora diputado, David Islén. Que nadie los dé por muertos.

Remezones

La estrategia de Henry Gutiérrez de volcarse a la calle fue determinante para imponer la idea de que su rival se alejaba de las personas.

Para bien o para mal, según el criterio de cada quién, Henry Gutiérrez, tras ser elegido, quedó al lado de los petristas. Esta ha sido su aparición más sonada tras la elección, que se suma a la descolocada en la que quedó cuando el ya exgobernador Luis Carlos Velásquez removió de su cargo al gerente de la Industria Licorera de Caldas. Esto porque en declaraciones en todos los medios y en reunión con los sindicatos de la Licorera, Gutiérrez se había comprometido a darse una pausa para tomar una decisión técnica. A muchos les pareció que lo manosearon.

Esta situación en la Licorera que se sumó a la salida de allí de por lo menos otras 10 personas fue la razón para que el derrotado candidato Luis Roberto Rivas Montoya decidiera aceptar la curul en la Asamblea, idea que ya venía rondándole aunque enfáticamente había dicho que no aceptaría. Las recomendaciones de sus patrocinadores políticos y de muchos ciudadanos, para que no echara en saco roto los 248 mil votos obtenidos y que habrían quedado sin representación.

¿Dónde pudieron estar las diferencias en la elección a Gobernación? Hay respuestas tentativas. Los 15 mil votos del MIRA en Caldas, representados en la cantidad que sacó la ahora diputada María Isabel Gaviria, de esa organización, pues se trata de un grupo que estaba listo para apoyar a Rivas, pero finalmente viró sus intenciones hacia Gutiérrez. Cada quién dará sus versiones sobre el tema, pero lo que sí está claro es que Henry marcó diferencia en la calle y en Manizales. En eso coinciden una decena de personas con las que se habló para este artículo, tanto de las campañas como de analistas y conocedores del asunto electoral. Desde hace mucho tiempo se señala que para ganarle a la maquinaria de turno de la Gobernación se requiere marcar diferencia en Manizales superior a 15 mil votos, pero Luis Roberto apenas aventajó por 7 mil en la ciudad.

Eso de que fue porque le faltó calle al ahora diputado electo se dice muy fácil, pero es evidente que una elección depende de muchos otros factores: la capacidad de convencimiento del candidato, las estrategias de comunicaciones que se impulsen, los recursos para publicitar su imagen y su programa, además de la fuerza de los caciques que respaldan y hasta de los momentos en que se hacen la alianzas, entre muchos otros factores.

A cuentagotas, Henry Gutiérrez fue dando a conocer durante todo diciembre los nombres de quienes serán sus principales colaboradores, y se destacan nombres de políticos de trayectoria, muy cercanos todos al lizcanismo y con pocos nombres reconocidos como técnicos. Ya se verá si son los indicados.

Otras movidas

Un ganador, que inicia recargado este 2024, es el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano, que logró sumar los votos de los partidos de la U, de su recién creado Gente en Movimiento y aliarse con el MIRA. Medios de Bogotá daban por segura la salida del Mintic después de las elecciones, pero el panorama desolador que le quedó a la Colombia Humana hace que el presidente valore mejor los pocos logros que tuvo, como el gobernador de Caldas, que sin haberse postulado por la izquierda sí parece que recibió sus votos.

Gente en Movimiento y el lizcanismo, que aún mantiene votos en el Partido de la U, barrió en alcaldías, ganó Gobernación y logró tres curules en la Asamblea y dos en el Concejo de Manizales, además de ayudar en la elección del MIRA, con una curul en cada corporación, como ha mantenido en los últimos años.

La campaña del 2023 es de las pocas que se han visto por elección popular en la que algunos candidatos expresaban públicamente su apoyo a uno, pero votaban con otro, como el aspirante a la Alcaldía de Manizales Carlos Arturo Buriticá, quien decía estar con Rivas, al ser avalados los dos por Salvación Nacional, pero finalmente celebró con Gutiérrez. Esto le valió al exgerente de Colpensiones el repudio de su principal patrocinador, el exsenador Luis Emilio Sierra.

Otros votos que no le llegaron a Rivas fueron los liberales. Se arriesgó al recibir el apoyo del liberalismo a través de Octavio Cardona, pero se quedó con el pecado de acusación por Las Marionetas y sin todos los votos de ese partido, pues muchos de los miembros de esa organización hoy sacan pecho con Henry.

Un voto castigo

Jorge Eduardo Rojas dijo que él mismo les pide a los políticos que lo acompañen. Ya se verá si esta idea le funciona.

Para la Alcaldía de Manizales, muy pronto entusiasmó la candidatura de Jorge Eduardo Rojas, que prácticamente no tuvo rival que lo pusiera en aprietos. A pesar de ser nueve sus oponentes, ninguno logró emocionar al electorado como para hacer tambalear su postulación. Esa dispersión de candidatos y su incapacidad para llegar a acuerdos contribuyó a ello, porque faltaron golpes de opinión que hubieran podido emparejar la balanza para que se diera una batalla más equilibrada.

Mientras a la Asamblea el candidato perdedor a la Gobernación llega con una diferencia de 12 mil 500 votos frente al ganador, la concejala Paula Toro llega con 22 mil votos a ocupar la curul por ser la segunda, es decir, es cinco veces menos que la votación obtenida por Rojas.

Casi nadie duda de que el voto a Rojas en la proporción obtenida es un castigo a la alcaldía de Carlos Mario Marín, que se desgastó a medida que se acercaba el final de su mandato. También es una ventaja importante para el nuevo alcalde, que puede sacudirse algo de las maquinarias que lo apoyaron, aunque él ha sido claro en que gobernará con ellas.

Un político que reconoció sentirse perdedor en las elecciones es el senador y exgobernador Guido Echeverri Piedrahíta, pero sigue siendo un jugador importante. Apenas logró una curul en el Concejo de Manizales y muy pocas alcaldías, todas en coalición. Perdió con Rivas y su apoyo fue para Miguel Trujillo, que fue superado en votos por casi todos los candidatos a la Alcaldía. De ahí la importancia para el senador de que Rivas sí asumiera en la Asamblea, así fuera avalado por el Partido Conservador.

Otro congresista que restó, así diga lo contrario, es el liberal Octavio Cardona. Apenas mantuvo un concejal de su círculo próximo, Héctor Fabio Delgado, que además tiene votos propios. Los otros dos liberales en la corporación son Carlos Andrés Morales, próximo a José Luis Correa, y Hernando Marín, que se mantiene con votación propia. La factura de Las Marionetas terminó por cobrar, de ahí que su respaldo al alcalde Rojas lo mantiene con vida burocrática. Aunque esto en los municipios importó poco. En Villamaría vuelve un alcalde liberal, mientras que el caso más patético es el de La Merced, donde ahora gobernará la esposa del alcalde encarcelado, estando ella misma investigada por enriquecimiento ilícito.

El Nuevo Liberalismo había conformado una lista al Concejo de Manizales que en el papel parecía ganadora, pero solo le alcanzó para dos curules y un diputado en la Asamblea. De los dos concejales, hay que decir que Julián Pineda ha pasado por varios partidos y la mayoría de los votos logrados pueden ser de trabajo propio, no endilgables a la estructura del congresista Juan Sebastián Gómez. Camilo Muñoz sí es de la barra Holocausto.

Una de las grandes ganadoras de las elecciones fue Juana Carolina Londoño, congresista del Partido Conservador, elegida por sus compañeros representantes como una de las mejores en el año. Como movimiento fue la fuerza mayoritaria en el Concejo con cuatro curules, dos completamente de ella. También el partido pone tres diputados y, con la llegada de Rivas, serían cuatro, aunque este tiene vuelo propio.

Otras anotaciones

La izquierda, aunque Petro cobre que el gobernador de Caldas es suyo, en realidad perdió muchísimo, pues de hecho las pugnas internas llevaron a tener dos candidatos de esa línea para la Alcaldía y dos más para la Gobernación, lo que termina siendo a todas luces dañino para sus intereses. No obtuvieron ni diputados ni concejales en Manizales. Con el MAIS podrán reclamar la Alcaldía de Riosucio, aunque esta tiene apoyos diversos.

En Pensilvania se presentó un hecho inédito para la política comarcana: siendo alcalde Jorge Orlando García fue señalado de favorecer una candidatura y decidió renunciar para no solo parecerlo, sino serlo, y se fue de frente a una campaña política, mientras quien quedó encargado de la Administración, José Óscar González, nunca tomó distancia de su antecesor. A pesar de ello, Jesús Iván Ospina obtuvo el favor popular para volver al cargo de mandatario local, el cual ocupó entre el 2016 y el 2019, luego de que no alcanzó su intención de llegar a la Cámara de Representantes con el Centro Democrático.

La mayoría de candidatos a las alcaldías y Gobernación prometieron hacer de Caldas un lugar turístico, potenciarlo por su capacidad agropecuaria, mejorar las vías, nada distinto a lo que cada cuatro años ofrecen unos y otros. De pronto en esta oportunidad, con tantos alcaldes repitiendo, sepan cómo lograrlo.