
Los cambios que estableció la administración estadounidense desde enero están generando un verdadero terremoto en la economía del mundo. En plena guerra comercial (o guerra tarifaria) de EEUU, el Bitcoin emerge como una alternativa financiera que ofrece un refugio potencial frente a las consecuencias negativas de estas disputas geopolíticas, presentando características únicas que lo posicionan como un activo estratégico.
La escalada entre Estados Unidos y China, junto con las sanciones económicas impuestas a varios países, han evidenciado la vulnerabilidad de los sistemas monetarios tradicionales ante decisiones políticas unilaterales. Para Colombia, cuya economía mantiene fuertes vínculos comerciales con ambas potencias y depende significativamente del dólar estadounidense para la recepción de remesas, estas tensiones representan un riesgo latente que podría afectar la estabilidad del peso colombiano y encarecer tanto importaciones como exportaciones. En este artículo analizaremos por qué invertir en criptomonedas puede ser una gran oportunidad para las personas que están preocupadas por el futuro.
El Bitcoin como escudo ante manipulaciones cambiarias
Las guerras comerciales trascienden la simple imposición de aranceles para adentrarse en el territorio de las devaluaciones competitivas, donde naciones rivales intentan ganar ventajas comerciales mediante la manipulación de sus tipos de cambio.
Esta práctica, conocida coloquialmente como "guerra de divisas", puede generar efectos devastadores para economías emergentes como la colombiana, que ven cómo el valor de su moneda nacional fluctúa agresivamente no por factores económicos internos sino por decisiones estratégicas de potencias extranjeras.
Bitcoin ofrece una alternativa radical a este escenario al operar bajo un protocolo matemático que limita su suministro total a 21 millones de unidades, eliminando la posibilidad de emisiones arbitrarias que diluyan su valor. Esta característica deficitaria por diseño contrasta fuertemente con la tendencia inflacionaria de las monedas fiduciarias, proporcionando a comerciantes e inversores colombianos un instrumento financiero cuyo valor no puede ser manipulado unilateralmente por ningún gobierno o banco central, incluso en momentos de máxima tensión comercial internacional.
Elusión de sanciones y restricciones: preservando canales comerciales
Un aspecto particularmente problemático de esta guerra comercial de Estados Unidos está en la capacidad de frenar toda la cadena de producción y suministro, además de romper relaciones comerciales que existen desde hace décadas. Las empresas buscarán optimizar el precio con proveedores que les sea más económicos, y de un día al otro, países como China van a tener un excedente de producción que puede hacer caer los precios de los bienes (el famoso dumping) Es por eso que algunas empresas colombianas con relaciones comerciales con Estados Unidos podrían verse afectadas por estas medidas al no poder realizar o recibir pagos por productos que tienen ahora un precio menor al acordado originalmente, comprometiendo operaciones comerciales vitales para su funcionamiento.
La red Bitcoin ofrece una infraestructura de pagos alternativa que opera independientemente del sistema financiero tradicional, permitiendo transacciones directas entre partes sin necesidad de intermediarios bancarios sujetos a presiones políticas. Esta característica resulta especialmente valiosa para mantener relaciones comerciales con regiones afectadas por restricciones financieras, donde los mecanismos convencionales de pago internacional podrían estar limitados o bloqueados. Para el empresariado colombiano, esto representa una herramienta potencial para diversificar sus canales de pago internacional y reducir su dependencia de sistemas que pueden verse comprometidos durante escaladas en conflictos comerciales.
Preservación de valor frente a la incertidumbre económica global
Las guerras comerciales generan un clima de incertidumbre que frecuentemente se traduce en volatilidad en los mercados financieros tradicionales, afectando negativamente tanto a monedas como a los activos bursátiles. El peso colombiano ha experimentado fluctuaciones significativas ante tensiones comerciales internacionales, los ahorradores e inversores enfrentan el desafío constante de preservar el valor de su patrimonio en un entorno inestable.
Si bien Bitcoin exhibe su propia volatilidad característica, diversos análisis históricos sugieren una correlación relativamente baja con activos financieros tradicionales, otorgándole propiedades de diversificación valiosas en un portafolio de inversiones. Esta desconexión parcial de los ciclos económicos convencionales posiciona a Bitcoin como un potencial refugio de valor durante periodos de turbulencia en los mercados tradicionales, ofreciendo a los colombianos una alternativa para proteger parte de su patrimonio frente a los efectos colaterales de guerras comerciales que podrían desestabilizar tanto la moneda nacional como los mercados de valores locales.
Comercio internacional sin fricción: reduciendo dependencia del dólar
La hegemonía del dólar estadounidense en el comercio internacional representa una vulnerabilidad estratégica para economías como la colombiana durante periodos de tensiones comerciales, especialmente cuando Estados Unidos utiliza su moneda como herramienta de presión geopolítica. Las empresas colombianas que dependen de dólares para sus operaciones internacionales pueden enfrentar costos adicionales o restricciones en momentos de escasez de divisas o controles cambiarios más estrictos.
Bitcoin ofrece un mecanismo alternativo para el comercio internacional que opera independientemente del sistema bancario tradicional y no requiere la intervención de bancos corresponsales para liquidar operaciones transfronterizas. Esta infraestructura paralela permite transferencias de valor directas entre socios comerciales en cuestión de minutos u horas, independientemente de distancias geográficas o zonas horarias, con comisiones de transacción potencialmente menores que las aplicadas por el sistema bancario convencional.
Adopción institucional: señales de legitimación en tiempos turbulentos
El Salvador se convirtió en septiembre de 2021 en el primer país del mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal, coexistiendo con el dólar estadounidense. El gobierno de Nayib Bukele impulsó esta medida con el objetivo de fomentar la inclusión financiera, atraer inversión extranjera y facilitar el envío de remesas. Para su implementación, el Estado invirtió cientos de millones de dólares en infraestructura, incluyendo la creación de la billetera digital "Chivo Wallet" y la instalación de cajeros automáticos de bitcoin, además de ofrecer incentivos económicos a quienes adoptaran la criptomoneda. Sin embargo, la adopción real entre la población fue limitada: la mayoría de los salvadoreños continuó utilizando el dólar para sus transacciones cotidianas, y muchos reportaron dificultades técnicas y desconfianza hacia la plataforma oficial.
Menos de cuatro años después, a finales de enero de 2025, la Asamblea Legislativa reformó la Ley Bitcoin y revocó el estatus de moneda de curso legal al bitcoin. Desde entonces, el uso de bitcoin en El Salvador dejó de ser obligatorio y pasó a ser opcional para ciudadanos y empresas, limitándose a transacciones voluntarias en el sector privado. Esta decisión se produjo en un contexto económico complicado y en medio de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, que había señalado la necesidad de mitigar los riesgos asociados a la criptomoneda. El balance general de la experiencia mostró que, pese a la innovación y la atención internacional, el impacto económico fue menor al esperado y la mayoría de la población nunca adoptó el bitcoin como medio principal de intercambio.
Como podemos apreciar, el uso de las criptomonedas en el mundo ya ha dejado de ser un mecanismo de un grupo de expertos en informática para convertirse en una realidad de millones de transacciones. Se trata de un mecanismo que genera libertad y que protege a millones de personas de devaluaciones de sus monedas.