Para que purgarse no sea tan amargo

Elizabeth R. Rojas

LA PATRIA | Manizales

Mateo* tenía la mala costumbre de no lavarse las manos antes y después de ir al baño. El menor de edad no atendía las peticiones de su mamá frente al tema. La situación era un motivo de pelea diario hasta que el escenario cambió y un fin de semana, hace tres años, el pequeño comenzó con unos dolores fuertes en su abdomen.

Inicialmente se lo ocultó a su progenitora, pues le daba pánico la cantaleta. Esta se dio cuenta de la condición de su hijo, pues notó su ingreso frecuente al baño. Lo siguió, sin que este se diera cuenta, y escuchó que tenía diarrea.

Cuando su mamá le preguntó qué pasaba, él no tuvo más remedio que hablar. Ella se asustó, ya que vio muy pálido a su hijo y lo llevó a su EPS para que lo atendieran por urgencias. El médico valoró a Mateo y le ordenó exámenes entre los que se cuenta una prueba a su materia fecal. El le dijo que estaba entrando más de tres veces en el día al baño.

La mujer recuerda que el galeno le dijo que su hijo tenía una infección por parásitos, tal vez adquirida vía oral fecal por no lavar sus extremidades de la manera correcta. Que debía purgarlo y le recetó unos fármacos que ya hoy no recuerda, pero que poco a poco lo mejoraron.

A clasificar

Mario Andrés Jaramillo Santos, médico especialista en medicina interna y gastroenterología de la Universidad Nacional, ha vivido casos similares en el desempeño de su profesión. Habló con LA PATRIA sobre generalidades para tener en cuenta si se presentan situaciones como la de Mateo.

"Para determinar si un paciente se tiene que purgar o no, se deben tener en cuenta los síntomas. Si refiere dolor abdominal tipo cólico o retorcijón, con episodios de diarrea y sangre es una opción. Cuando se tiene pujo y tenesmo (ganas de defecar así no se haga nada) y no se ha desparasitado, ese paciente es candidato", apuntó.

Jaramillo resalta que a los pacientes que se purgan hay que hacerles un seguimiento estricto, porque si no se les resuelve la situación, se tienen que buscar otras posibles enfermedades. A partir de ahí, indica, se utilizan otros estudios para develar qué es lo que tiene.

"Generalmente con los purgantes se tratan parásitos, sobre todo, si el paciente lleva más de dos semanas con una diarrea. Hay otros tipos de excreciones que son de origen viral o bacteriano, pero eso lo arroja un cuadro clínico diferente", añadió.

Sobre el tema también respondió:

¿Siempre que se va a purgar a una persona se piden exámenes?

Lo ideal sería tener estos resultados siempre para determinar el tratamiento de una manera más adecuada. Sin embargo, sucede que a veces los pacientes son de sitios lejanos y mientras regresan con los resultados, es mucho tiempo que va a estar con los síntomas. En algunos lugares apartados del país, donde no hay acceso a medicamentos, se desparasitan personas en brigadas de salud. En ciertas ocasiones tenemos que determinar qué se hace basados en la sospecha clínica.

¿Niños y adultos tienen que purgarse?

Eso depende de los síntomas. En pediatría son frecuentes las infecciones parasitarias que se transmiten vía fecal oral (lavado incorrecto de las manos), por agua contaminada y alimentos preparados de forma inadecuada. Un niño después de los seis meses puede desparasitarse. De ahí en adelante hasta cualquier edad.

¿Qué síntomas de alarma se deben tener en cuenta para buscar desparasitarse?

Los padres deben fijarse si el niño deja de comer, si tiene diarrea por más de 48 horas y si hay deshidratación, fiebre y dolor abdominal. En los adultos, en tanto, se tiene que ver si la diarrea permanece por más de tres días y si cuenta o no con sangre y si vomita.

La automedicación no es recomendada...

Cuando los síntomas son inespecíficos, lo que se siente puede ser de cualquier enfermedad. Si se formula inadecuadamente las consecuencias llegan a ser tan serias como una peritonitis (Inflamación de la membrana que recubre la cavidad abdominal) o las sepsis (Infección producida por la presencia en la sangre de microorganismos patógenos). Esto último puede desencadenar en la muerte. Siempre hay que consultar un médico y no en una farmacia.

Si el paciente se automedica, cuando de verdad necesite el efecto de un fármaco tomado con anterioridad de la manera inadecuada, puede que este no le sirva. A eso se le llama resistencia medicamentosa.

* Los nombres de los protagonistas de la historia fueron cambiados por solicitud de la fuente.

Recomendaciones

* Siempre busque la ayuda de un especialista.

* No se automedique.

* No dilate la visita al médico.

* Si con la medicación formulada por el galeno no tiene cambios, reconsulte. Puede que requiera de pruebas más especializadas para saber qué lo aqueja.

* Si está lejos de un servicio médico o no tiene como trasladarse rápido al hospital tome, hasta que pueda ir, suero y agua.

* Procúrese una dieta astringente. Es decir, caldos de papa, de pollo, de carne, arroz y galletas de soda.

* Evite las gaseosas y las bebidas endulzadas, los lácteos y las grasas.

Clasificación

Las diarreas se pueden clasificar según el tiempo que hayan permanecido y por otras condiciones:

Aguda. Dura menos de dos semanas su evolución.

Subaguda. Está de dos a cuatro semanas.

Crónica. Se sufre por más de un mes.

¿Purgarse obliga a una dieta?

"Hoy en día los medicamentos que se utilizan para purgar, no requieren de ninguna dieta especial. Antes con los derivados de los nitroimidazoles -como el metronidazol- no se recomendaba la ingesta de alcohol": Mario Andrés Jaramillo Santos, médico adscrito a la Clínica La Presentación.

Sobre batidos, enemas y laxantes

Según el gastroenterólogo Mario Andrés Jaramillo Santos, los batidos para limpiar el colon no tienen ningún efecto antiparasitario. Mejoran el tránsito intestinal y colaboran en el estreñimiento, pero no pueden utilizarse como purgantes. "Tampoco recomiendo medicamentos naturistas, porque no se sabe que efectos adversos vayan a tener. Los enemas y los laxantes pueden servir en algunos cuadros clínicos, no en todos", agregó.

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Lavarse las manos con frecuencia disminuye las posibilidades de un cuadro médico que obligue a ser purgado.

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Mario Andrés Jaramillo Santos.