Sandra Patricia Gutiérrez Figueredo, colaboradora de servicios generales del Hospital San Cayetano (Marquetalia), leyó ante compañeros de la institución -la semana anterior- una carta que le cambió la vida. Con esta se le anunció que podría cumplir su sueño de estudiar un técnico en auxiliar de enfermería.

La jornada la tomó de sorpresa, mientras escuchaba a Cristian Alejandro Parra Rojas, gerente de la entidad. Él, que daba unas palabras motivacionales a sus dirigidos, le entregó el documento que marca un antes y un después en la historia de esta mujer de 45 años.

Fue en ese instante que la invitó a decir, en voz alta, lo que allí estaba consignado: "La Escuela Regional de Formación de Auxiliares de Enfermería (ERFAE), tiene el gusto de informarle que ha sido aceptada en el programa para el periodo académico 2024. De igual forma, que los costos de matrícula y la totalidad del programa han sido cubiertos en un 100%" por el hospital.

Más aporte

En ese momento la voz de Sandra se quebró y giró, entre lágrimas, para abrazar a Parra, gestor de este beneficio. La escena se complementó con los aplausos de sus compañeros.

Allí apareció la enfermera Kelly Fernández para entregarle un bono de $375 mil, que Sandra deberá destinar en la compra de los uniformes; y luego Jennifer y Juan Sebastián, sus dos hijos más pequeños (tiene cinco), que fueron invitados al evento. Le llevaron otro bono por $925 mil. Este es un subsidio para transportarse hasta La Dorada, cada semana (viernes y sábado), para capacitarse. Su hospedaje lo cubrirá la institución educativa.

Parra le aseguró a Sandra que le dará los permisos necesarios para estudiar, no deberá temer la pérdida del trabajo. Él fue enfático en asegurar que la entidad le abrirá las puertas para contratarla cuando se gradúe.

Ilusiones y caídas

La marquetona protagonista de esta historia, que vive en el barrio Las Colinas, siempre soñó con ser enfermera. Ella tuvo que postergar su sueño al no tener con qué costearlo, tras su grado de bachillerato.

Fue un momento muy difícil para ella, pues en un momento creyó que no lograría su meta. Un tío le había prometido, antes de culminar esa etapa, lo de pagarle su preparación, pero lo asesinaron en Bogotá, ocho días antes de que Sandra saliera del colegio.

Ella siente que, tras la felicidad que hoy la embarga, está ese querido familiar y su esposo, que hoy también está en el cielo. Ella enviudó hace 13 meses y desde entonces es madre y padre para los descendientes que siguen acompañándola.

"Tengo clarísimo que no voy a desaprovechar la oportunidad, que voy a dar lo mejor de mí para que todos estén muy orgullosos de mi proceso. Estoy muy agradecida con quienes están detrás de esto", resaltó Sandra.

Motivado

Parra, que es odontólogo, vio reflejada -en el deseo de superación de Sandra- parte de su historia. Con orgullo le contó a LA PATRIA que ese empuje de ella le recuerda el esfuerzo de su mamá (Rosa María Rojas Rodríguez), que también fue colaboradora de servicios generales en el Hospital San José (Samaná) por 44 años. Lo sacó adelante, quedando viuda, cuando él tenía tres meses de vida.

"No podemos hablar de humanización de la atención, si primero no humanizamos a nuestros colaboradores. El cumplimiento del deseo de Sandra hace parte de una estrategia de liderazgo que trabajo en la institución", dijo el gerente.

Parra manifestó la intención que tiene de cumplir los sueños de otros colaboradores. Aseguró que eso de poderse superar, los motivará a realizar su trabajo de la mejor manera en función de la mejora del servicio.

Foto | Hospital San Cayetano | LA PATRIA

Sandra Patricia Gutiérrez Figueredo junto a Cristian Alejandro Parra Rojas, gerente del Hospital San Cayetano (Marquetalia).

Foto | Hospital San Cayetano | LA PATRIA

Sandra (centro), entre lágrimas, recibió los bonos que complementarán su preparación.

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