LA PATRIA | MANIZALES

La muerte de Luis Ángel de los Ríos Franco, conocido en el corregimiento de Arboleda (Pensilvania) como Comino o Cominito, era todo un misterio. Gracias al apoyo de un testigo, las autoridades lograron dar con el paradero de los dos supuestos asesinos y establecer cómo ocurrió todo.

A Cominito, conocido así por ser el más pequeño de su familia, lo lanzaron de un puente ubicado entre Pensilvania y Arboleda, desde unos 60 metros de altura, el pasado 18 de julio. Ese día, investigadores de la Sijín realizaron diligencia de inspección técnica de un cuerpo encontrado a orillas de Quebrada Negra, vereda el Ánime, zona rural de Arboleda.

Luego identificaron a la víctima como Luis Ángel de los Ríos Franco. Tenía trauma craneoencefálico severo y fracturas en varias partes de su cuerpo.

Una vez adelantada la investigación se pudo establecer que dos personas lanzaron a la víctima, con vida, desde la superficie de un puente.

A responder

El pasado fin de semana, la Sijín de Pensilvania, en coordinación con la Fiscalía seccional de Manzanares, capturó a los dos sospechosos.

Se conoció que el par de sindicados, la víctima y el testigo estuvieron ingiriendo licor ese día en la vereda Guacas.

Eran conocidos. Al parecer, los involucrados vinieron del Putumayo, pero son de Arboleda. Tarde de la noche salieron en un carro para el colrregimiento y en el puente de Quebradanegra se bajaron. Según dijo el sobreviviente, los dos recién llegados les dijeron: los vamos a matar. Pero Comino no creyó.

Lo tiraron al abismo de la quebrada, pero el compañero alcanzó a huir y se escondió en el monte. Fue quien contó todo.

Comino residía en la vereda El Verdal, a 15 minutos de la carretera hacia Puerto Venus (Antioquia). A los dos sospechosos los detuvieron, pero la Policía los tuvo que soltar, pues no fue en flagrancia. Con el testigo sobreviviente se inició el proceso y por eso la Sijín los pudo recapturar. La muerte de Comino generó mucha tristeza en Arboleda, pues era una persona amable y servicial, recordó un familiar.

En audiencia, los dos sindicados no aceptaron cargos, pero los mandaron para la cárcel.