Barbas es un perro criollo y callejero querido por la comunidad en Riosucio. Es normal verlo en los parques, especialmente en La Candelaria y, también, en los alrededores de la estación de Bomberos.

Aunque hay quienes lo alimentan y lo cuidan, también están los que han sido víctimas de sus mordeduras, que son motociclistas, lo que generó quejas y un tire y afloje entre los riosuceños y la Alcaldía.

La Administración municipal dio un plazo de un mes para darle una solución al problema y se creyó que someterían al can a la eutanasia, pero se aclaró que no fue la solución planteada. Otro problema es la falta de albergue.

Sacrificar el perro no es opción

Juan David Piedrahíta, secretario de Desarrollo Económico, indicó que nunca se consideró sacrificar a Barbas, pero sí se estableció un plazo de un mes, a partir de este jueves, para que un adiestrador que se ofreció a manejar el caso logre mejorar la conducta del perro. De lo contrario, su destino sería una fundación en Manizales.

El funcionario dijo que una médica se ha encargado de alimentarlo y de conseguirle medicamentos cuando se enferma, pero siendo consciente de la situación, lo llevarán a una finca para darle el manejo requerido.

"Se aprovechó para generar polémica de que íbamos a matarlo, a ponerle la eutanasia y esa no ha sido la directriz del alcalde, Abel David Jaramillo, ni mía, que soy el encargado de bienestar animal", añadió Piedrahíta.

Incluso manifestó que en la Junta Defensora de Animales se ha hablado con otras instituciones sobre casos en otros municipios, en donde los perros no son tan reconocidos y ante la dificultad de mejorar su conducta, los sacrifican.

El municipio, sin albergue

De acuerdo con Piedrahíta, Riosucio contaba con un coso que no tenía buenas condiciones, por lo que la Administración de Marlon Tamayo lo cerró y firmó un contrato con el albergue de Norcasia, al otro extremo de Caldas.

Eso resultó siendo costoso y la determinación desde el 2024 fue no renovarlo. Cuentan con un predio en zona rural, los estudios y diseños están listos, y ahora se busca cofinanciación con la Gobernación.

Como dicho problema también la presentan otros municipios, podría ser otra opción su apoyo para la construcción. Marmato, Supía y Quinchía (Risaralda) están interesados en aprovechar ese espacio.

Medidas transitorias ante falta de coso

Como medida transitoria, el secretario sostuvo que los animales maltratados o abandonados se llevan a una casa hogar, en donde los ponen en condiciones óptimas y el último sábado de cada mes se efectúan jornadas de adopción en el Parque La Candelaria.

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