A dos uniformados adscritos a la Policía Metropolitana de Manizales les imputaron cargos por los delitos de tortura, abuso de autoridad y omisión de socorro, tras la denuncia que presentó una familiar de la presunta víctima, ante la Personería de la ciudad.

Las audiencias se desarrollaron durante esta semana y una fiscalía especializada les imputó cargos a los dos procesados.

LA PATRIA accedió a esas diligencias.

La familiar del posible afectado expresó que su pareja fue agredida física y psicológicamente, sometida a tortura y tratos crueles e inhumanos. Al parecer, lo sacaron del patio, lo esposaron con las manos atrás, lo llevaron al baño para evitar las cámaras y "le dieron patadas, puños en la cara y en todo el cuerpo, lo tiraron al suelo y le aplicaron 9 descargas con el dispositivo taser". Posteriormente, expresó la denuncia, lo esposaron de la reja por 6 horas y no le dieron atención médica.

La audiencia

En la diligencia, la fiscal narró que conocida la denuncia, con delegados de la Personería verificaron la situación. Hablaron con los uniformados de turno, quienes dijeron que el interno tuvo un altercado en una celda porque elaboró un arma cortopunzante con una escoba y terminó lesionado en un ojo. Por eso, explicaron, lo trasladaron a otra celda.

Luego se habló con el detenido, quien reconoció que tuvo un incidente y que el miércoles 21 de mayo, luego de la visita, los dos policías hoy imputados lo llevaron a los baños, donde no hay cámaras.

"Lo lesionaron en cuello, espalda, brazo y cadera con el dispositivo taser. Perdió el control de esfinteres y le decían: 'eso le pasa por sapo'. Lo dejaron en una celda esposado y el que recibió turno lo mantuvo ahí hasta que por fin le permitió cambiarse de ropa", narró la fiscal.

A la vez, reiteró que los señalados superaron los principios de necesidad y proporcionalidad, se desbordó el usó del dispositivo y se debe elaborar un informe de por qué se usó, lo que no se hizo en ese momento. Tampoco se habló de la versión de que lo sacaron de la celda por estar en una riña.

Entrevista

La delegada del ente acusador recordó apartes de la entrevista a la víctima. "Peleé con Napo a puños, me llevaron esposada a la celda 7 con las manos atrás y me dejaron ahí por varias horas. Al otro día nos sacaron del calabozo y nos pusieron a caminar por el patio. Ahí los dos policías me sacaron del grupo y me llevaron al baño. Fueron unas nueve descargas, que para que 'no siguiera chimbiando'. De los dolores y lesiones terminé orinándome en la ropa. No me auxiliaron, se reían y me decían que si no era pues tan hombre".

Los uniformados no aceptaron cargos. Este viernes (5 de diciembre) se definió la medida de aseguramiento.

El  juez no le dio credibilidad a lo expuesto por el ente acusador y los dejó libres. La fiscal apeló.

La posible víctima es un hombre condenado a 10 años por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas de fuego.

En un aparte de la intervención, la fiscal expresó que entre Policía y Alcaldía se "tiraban la pelota" para definir de quién era la responsabilidad para obtener registro fílmico del lugar. Cuando pudieron acceder al DVR, ya no había nada por el paso del tiempo.

Cristian Camilo Pamplona, de 34 años, condenado y quien esperaba traslado a una cárcel, murió en el 2023 en un incendio en esa misma Unidad de Personas Privadas de la Libertad, ubicada en la calle 23, entre carrera 24 y 25. Se reportaron 8 lesionados.

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